Cuentos y reflexiones para Catequistas
Los globos:
Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria, el cual era, evidentemente, un excelente vendedor. En un determinado momento soltó un globo rojo, que se elevó por los aires atrayendo a una multitud de posibles jóvenes clientes.
Luego soltó un globo azul, después uno amarillo, a continuación un globo blanco… Todos ellos remontaron el vuelo hacia el cielo hasta que desaparecieron. El niño negro, sin embargo, no dejaba de mirar un globo negro que el vendedor no soltaba en ningún momento. Finalmente, le preguntó: “Señor, si soltara usted el globo negro, subiría tan alto como los demás?”
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro, y mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: “No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay dentro.”

Un sabiondo en el tren:
Un joven universitario se sentó en el tren frente a un señor de edad, que devotamente pasaba las cuentas del rosario.
El muchacho, con la arrogancia de los pocos años y la pedantería de la ignorancia, le dice:
-Parece mentira que usted todavía crea en esas antiguallas.
-Así es. ¿Tú no? Le respondió el anciano.
Yo -dice el estudiante lanzando una estrepitosa carcajada-. Créame, tire ese rosario por la ventanilla y aprenda lo que dice la ciencia.
¿La ciencia?–pregunta el anciano con sorpresa-. No lo entiendo así. ¿Tal vez tú podrías explicármelo?
Deme su dirección y le mandaré algunos libros que le podrán ilustrar.
El anciano saca de su cartera una tarjeta de visita y se la entrega al estudiante y éste asombrado lee: “Louis Pasteur . Instituto de Investigaciones Científicas de París”.
El pobre estudiante sonrojado y corrido no sabía donde esconderse

No Dios
Un estudiante de filosofía estaba en clase y se suscitó una discusión sobre la existencia de Dios. El profesor argumentó de esta manera:
¿Alguien en esta clase ha oído a Dios? Nadie respondió.
¿Alguien en esta clase ha tocado a Dios? Nadie respondió.
¿Alguien en esta clase ha visto a Dios? Nadie respondió.
El profesor concluyó “luego Dios no existe.”
El estudiante pidió permiso para hablar. El profesor se lo concedió.
El estudiante preguntó a sus compañeros:
¿Alguien en nuestra clase ha oído el cerebro de nuestro profesor? Silencio
¿Alguien en nuestra clase ha tocado el cerebro de nuestro profesor? Silencio
¿Alguien ha visto el cerebro de nuestro profesor? Silencio
Según la lógica de nuestro profesor, tiene que ser verdad que nuestro profesor no tiene cerebro.
Ese estudiante recibió un sobresaliente.
 
Misericordia con nudos:
Cuando cometemos un pecado, el hilo se rompe.
Cuando nos arrepentimos, Dios hace un nudo al hilo.
De repente, el hilo es más corto que antes.
Y el pecador está un poco más cerca de Dios.
Así, de pecado en pecado y de arrepentimiento en arrepentimiento y de nudo en nudo, nos vamos acercando cada vez más a Dios.
Finalmente, cada uno de nuestros pecados es ocasión de acortar la cuerda de nudos y de llegar más rápido al corazón de Dios que es Amor y Perdón.
 
Los que son llamados por Dios no son personas desocupadas:
Cuando Dios llamó a
·      Moisés estaba con sus ovejas.
·      Saúl estaba buscando asnas.
·      Eliseo estaba arando con bueyes.
·      David estaba pastoreando ovejas.
·      Nehemías estaba sirviendo al rey.
·      Pedro y Andrés estaban echando  las redes.
·      Juan y Santiago estaban aderezando sus redes.
·      Mateo estaba cobrando impuestos.
Ninguno estaba de brazos caídos. ¿Tú, te consideras una persona muy ocupada?
Dos hermanos:
Dos hermanos trabajaban juntos las tierras de la familia. Uno era soltero y el otro casado con hijos. Se repartían a partes iguales las cosechas y las ganancias.
Un día el soltero se dijo: no es justo repartir las ganancias por igual. Yo soy solo y mis necesidades son pocas. En cambio mi hermano tiene mujer e hijos y más necesidades. Y cada noche se levantaba, llenaba un saco de trigo y lo vaciaba en el granero de su hermano.
El hermano casado también se dijo a si mismo: no es justo repartir las ganancias por igual. Yo tengo una mujer que me cuida e hijos que me ayudarán en el futuro. Pero mi hermano no tiene a nadie que le cuide mañana. Y se levantaba a media noche y vaciaba un saco de trigo en el granero de su hermano.
Durante años los dos se sorprendían de que sus provisiones de trigo no disminuyeran.
Una noche los dos salieron a la misma hora y en la oscuridad los dos se encontraron llevando su saco. Superado el susto y la sorpresa, cayeron en la cuenta de lo que estaba sucediendo. Dejaron sus sacos y se abrazaron.
De repente el cielo se iluminó y una voz del cielo dijo: Aquí está el lugar donde edificaré mi templo porque donde dos hermanos se encuentran en el amor, ahí mi Presencia habitara.
SI SUPIERAMOS TODO LO QUE DIOS SABE
 ACEPTARIAMOS TODO LO QUE EL PERMITE.
PORQUE ES PARA NUESTRO BIEN
 
Pasó Jesús  junto a un grupo de israelitas que le insultaron. Cada vez que ellos pronunciaban una palabra mala, Jesús respondía con una buena.
Simón,  le dijo 'Por qué les respondes con palabras buenas cada vez que ellos te hablan mal?
Dijo Jesús: "Cada cual usa lo que tiene” .
 
Cuentan que una vez un científico soberbio fue con Dios y le dijo:
- Señor, convocamos a una junta científica mundial y hemos decidido que ya no te necesitamos.
El Señor con su infinita paciencia oyó al hombre y le preguntó:
-¿Ah sí? ¿Y cómo llegaron a esa decisión?
- Pues ya hacemos trasplantes de prácticamente cualquier miembro del cuerpo, podemos hacer bebes para parejas que no pueden tener hijos, crear vida artificial, clonar a la gente y hacer todas esas cosas que antes se consideraban milagrosas.
Dios sólo lo escuchaba y luego atinó a decir:
- ¿Pueden crear vida?
- Así es. Respondió el científico.
- ¿Qué te parece si hacemos un concurso de crear vida? Lo hacemos del modo antiguo, así como yo formé a Adán; tú sabes.
- Me parece bien. Contestó el científico.
- Está bien, pues comencemos. Exclamó Dios.
Entonces el científico tomó un puño de tierra, y le dice Dios:
- Espera, no tan rápido; consíguete tu propia tierra
 
Una joven discutía con su padre defendiendo su derecho a salir por las noches con un grupo de jóvenes de no muy buena reputación. El padre le daba razones que a la joven no la convencían.
Inesperadamente, el padre invitó a bajar con él al sótano, donde había mucho polvo y se guardaba carbón, pero que bajara con un vestido blanco. La joven replicó que sí bajaría, pero no con el vestido blanco, pues se le iba a manchar.
"Ves hija mía'-dijo el padre con voz amorosa-, nada impide que puedas bajar al sótano con el vestido blanco, pero sí hay mucho que impide que puedas subir con el mismo color. De la misma manera, nada impide que vayas con esas mismas amistades peligrosas, pero ten por cierto que no regresarás siendo la misma"
 
Rezar por conveniencia:
Una vez, la catequista de segundo grado, les estaba contando a los niños sobre la oración, Mientras conversaban se le ocurrió preguntar si todos se acordaban de rezar.
En medio de las voces de todos se destacaba la voz de Rosita, que levantaba la mano  y decía:" maestra", "maestra", yo quiero responder.
_ A ver Rosita rezas todas las noches?
_ Sí maestra, todas, todas, no paso ni una noche sin rezar.
_ Ah! muy bien. ¿Y las oraciones de la mañana, también te acuerdas de hacerlas?
_ No maestra, de día no tengo miedo.
 
  • ¿Qué te parece lo que contestó Rosita?
  • Es cierto que a veces nos acordamos de rezar sólo por necesidad? Cuando tenemos miedo, cuando hay alguien enfermo, cuando tenemos una prueba en el colegio...
  • ¿Qué opinas de la importancia de rezar siempre, por el gusto de hablar con Dios, aunque no sea para pedir algo?
Rezar es hablar con Dios, es cuando le decimos cuanto lo amamos, le rendimos homenaje, gloria, gratitud, alabanza.
 
 En la BIBLIA leemos: "Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto te premiará. Mateo 6,6.
 
Una galleta para Dios:
Una vez, un niño fue sorprendido por su mamá sacando sin permiso una galleta de una caja que habían comprado para regalarle a su tía.
La mamá para asustarlo y retarlo a portarse bien le dijo:
-¿No sabes que  Dios te está mirando en todo momento y te estaba viendo cuando cogiste sin permiso la galleta?
 Y el niño muy astutamente, le contestó:
-¡Uy! Es cierto; tengo que agarrar otra galleta para compartirla con Dios?
 
 ·         ¿Está bien que la mamá trate de reprender a su hijo poniendo a Dios como un policía vigilando cada paso que da?
·         ¿Qué te parece la respuesta del chico?
 ·         La Biblia nos dice que Dios es bueno, que nos ama, que no nos espía para agarrarnos con las “manos en la masa”. Esa imagen de Dios la inventaron algunos hombres para utilizar a Dios y lograr que los demás se porten bien por miedo y no por amor.                   
En la BIBLIA leemos:
Den gracias al Señor, pues él es bueno, pues su bondad perdura para siempre. Salmo118, 1.-
 
El ángel de la sabiduría:
Dice una antigua leyenda que, cuando Dios estaba creando el mundo, se le acercaron cinco ángeles.
Uno le preguntó:
¿Qué estás haciendo?
Otro:
¿Por qué haces esto?
Otro:
¿Puedo ayudarte en algo?
Otro
¡Uy, que extraordinario! ¿Cuánto vale todo esto?
Dicen que el primero es el ángel de los investigadores y científicos; el segundo, el ángel de los filósofos; el tercero, el ángel de los que saben servir; el cuarto, el ángel de los empresarios.
Y el quinto ángel, ¿saben que hacía? Miraba y aplaudía con mucho entusiasmo. Era el ángel de los sabios.
 
·        Si estuvieras en la misma situación que estos angelitos, ¿Qué hubieras hecho o preguntado?
·        ¿Cuál de los cinco ángeles te parece que estuvo mejor?
·       ¿Frente a distintas situaciones de la vida ¿cuál de estas actitudes tomarías?
En la BIBLIA leemos: MARTA Y MARÍA
Siguiendo su camino, entraron en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. 
Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra.  Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude."

 Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, tú andas
preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es
necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada."
                                              Lucas 10,39-42
 
 
El diez inútil:
Una vez, un maestro de la escuela pidió que se prepararan los alumnos para el estudio de las avispas.
Uno de los niños, que era muy vago, consiguió copiar el trabajo de uno de sus amigos. Se sacó un muy bien diez felicitado.
Otro niño, que no era muy estudioso pero se esforzaba, hizo su trabajo con un poco de material de la biblioteca y de un viejo diccionario que había en la casa. Apenas sacó un cinco, y el maestro no lo felicitó.
Pero un día se habían ido de paseo a un parque toda el aula, estaban recorriendo un bosquecito y se encontraron un panal de avispas. EL niño de la mala nota se acordaba de lo peligrosos que son esos insectos y se alejó, mientras avisaba a sus compañeros.
En cambio... el niño de diez, que no había leído ni una letra sobre las avispas, cogió un palo y le dio un golpe al panal. Las avispas salieron asustadas y lo picaron en la cara, en los brazos y en todas partes del cuerpo...
Estudias para saber, o sacar buena nota?
 
Conozco muchos niños y muchos grandes que hacen las cosas para cumplir. Eso no les sirve para nada; sin embargo, creen que lo que vale son las apariencias.
En la BIBLIA leemos: Pobres de ustedes fariseos, que gustan ocupar el primer puesto en las sinagogas y recibir saludos en las plazas! Pobres de ustedes, porque son como esos sepulcros que los blanquean por afuera pero tienen toda podredumbre adentro, no se notan y se camina sobre ellos sin saberlo!
                                                  Lucas 11,43-44
 
Pedro, un niño muy tímido, levantó la mano y dijo:

 
- Mi madre me dijo que DIOS ES COMO EL AZÚCAR en mi leche que ella prepara todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en medio de la leche, pero si ella me lo saca, queda sin sabor.
 
Dios existe, y está siempre en el medio de nosotros, solo que no lo vemos.
 
Pero si Él no está, nuestra vida queda sin sabor.

 
La profesora sonrió y dijo:

 
- Muy bien, Pedro, yo les enseñé muchas cosas, pero tú me enseñaste algo más profundo que todo lo que yo ya sabía.

 
Yo ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que ESTÁ TODOS LOS DÍAS ENDULZANDO NUESTRA VIDA.

 
Le dio un beso y salió sorprendida con la respuesta de aquel niño.
 
La sabiduría no está en el conocimiento, pero sí en la vivencia de DIOS en nuestras vidas, pues teorías existen muchas, pero dulzura como la de DIOS no existe todavía, ni en los mejores azúcares…
 
 
 
 
 
 

En total 13768 visitantes¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis