El Rosario
Miguel el 15-09-2007, 19:57 (UTC) | | El Rosario
La rosa de todas nuestras devociones
Cuando alguien vive la penosa y lamentable experiencia de enterrar a su madre en el cementerio, es el momento en que se puede decir a sí mismo: "Tengo la absoluta seguridad, que nadie, nadie en el mundo me amó ni me amará tanto como esta mujer". Y es cierto, es una verdad categórica, porque el amor de una madre no se puede comparar con el amor de ninguna otra persona hacia nosotros. Aunque la figura de esa madre, a veces, nos es necesariamente la biológica, para muchos ese rol lo desempeñó la abuela, la tía o la madrina, esa mujer que nos alimentó, bañó, limpió, nos cantó canciones, nos besó hasta el cansancio, porque éramos "su bebé", estuvo siempre a cualquier hora a nuestro lado, nos enseñó a caminar, hablar, cantar y jugar. Nos paseó orgullosa en el coche por la calle, se peleó con cuanta persona que intentó hacernos daño, nos corrigió de nuestros malos comportamientos, nos consintió en nuestros caprichos, en fin, cada uno recuerda con mucha ternura todas las experiencias vividas con "la vieja", el amor más sagrado que tenemos y nunca podremos devolver con creces, todo lo que, desinteresadamente nos dio.
El amor de una madre es incondicional, te ama sólo porque te ama y sabemos que podemos llegar a ella con las velas desplegadas por el viento del éxito y el bienestar o con las mismas rotas, desvencijadas o heridas, pero, sabemos con certeza que al llegar a ese puerto, seremos recibidos con la misma sonrisa, el abrazo de siempre, el mismo cariñoso beso.
¿Por qué he comenzado hablando de "la vieja"?. Porque les quiero introducir al tema de la otra "vieja": María, la madre de Jesús, y para los creyentes, también nuestra Madre.
Pensemos un momento, en las actitudes que tuvo María con su hijo Jesús, exactamente como lo tuvo nuestra vieja con nosotros, Jesús también fue hijo, por lo tanto no es lejano a nuestras vivencias. Ahora, imaginemos lo que sentiría nuestra madre si a nosotros alguien nos asesina y ella debe reconocer nuestro cadáver y luego enterrarnos; fuerte, ¿no es verdad?; bueno, lo mismo le sucedió a María al pie de la cruz, ver a un hijo muerto es un dolor tan grande como el amor que se le tiene, es un desgarro al alma, a las extrañas, al corazón y todos los dolores imaginables, porque una madre nunca está preparada para perder a un hijo. Es que lo ama demasiado.
Cuando rezamos el rosario, estamos meditando los momentos dolorosos, luminosos, gozosos y gloriosos de la vida de Jesús, en los cuales está la presencia de esa madre admirable que siempre estuvo a su lado con esa actitud silenciosa, con ese bajo perfil característico que la hace grande. Le rendimos honores, le manifestamos un recuerdo a la Madre de Jesús, la Madre de la Iglesia, la Madre de todos. Con cada Ave María, le regalamos una rosa y al rezar el rosario completo, ya habremos creado una colección, lo que se traducirá en una corona de rosas, que es, ni más ni menos, el significado de la palabra rosario.
Este ramo espiritual nos permite conectarnos a María. Tengamos confianza al dirigirnos a María, saludémosla como los hizo el ángel y recibiremos una infinidad de gracias a cambio de estar en contacto con la madre universal. Rezar el rosario no es repetir palabras sin sentido, sino que es una conversación con la Madre de Jesús que siempre nos traerá la paz y la alegría que nos produce una charla agradable con un ser querido.
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El coran y Halloween
Miguel el 15-09-2007, 19:57 (UTC) | |
¿Qué es "Halloween" y qué se celebra realmente en esta fecha?
:: Significado :: Cultura y negocio del terror
:: Orígenes :: Pensándolo desde la fe
:: Calabaza, golosinas, disfraces... :: Sugerencias para los padres de familia
:: Festividad de todos los Santos :: Ideas creativas de cómo dar a los niños una enseñanza positiva en estas fechas
Significado
Halloween significa "All hallow's eve", palabra que proviene del inglés antiguo, y que significa "víspera de todos los santos", ya que se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
Orígenes
La celebración del Halloween se inició con los celtas, antiguos pobladores de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor. Entre ellos habitaban los druidas, sacerdotes paganos adoradores de los árboles, especialmente del roble. Ellos creían en la inmortalidad del alma, la cual decían se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo; pero el 31 de octubre volvía a su antiguo hogar a pedir comida a sus moradores, quienes estaban obligados a hacer provisión para ella.
El año céltico concluía en esta fecha que coincide con el otoño, cuya característica principal es la caída de las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o iniciación de una nueva vida. Esta enseñanza se propagó a través de los años juntamente con la adoración a su dios el "señor de la muerte", o "Samagin", a quien en este mismo día invocaban para consultarle sobre el futuro, salud, prosperidad, muerte, entre otros.
Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que se mezclara. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.
Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folclor popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde ahí, se ha propagado por todo el mundo.
El 31 de octubre por la noche, en los países de cultura anglosajona o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta de Todos los Santos, con toda una escenografía que antes recordaba a los muertos, luego con la llegada del Cristianismo a las ánimas del Purgatorio, y que ahora se han convertido en una ensalada mental en la que no faltan creencias en brujas, fantasmas y cosas similares.
En cambio, en los países de cultura mediterránea, el recuerdo de los difuntos y la atención a la muerte se centra en el 2 de noviembre, el día siguiente a la celebración de la resurrección y la alegría del paraíso que espera a la comunidad cristiana, una familia de "santos" como la entendía San Pablo.
Diversas tradiciones se unen, se mezclan y se influyen mutuamente en este comienzo de noviembre en las culturas de los países occidentales. En Asia y Africa, el culto a los antepasados y a los muertos tiene fuertes raíces pero no está tan ligado a una fecha concreta como en nuestra cultura.
Calabaza, golosinas, disfraces...
La calabaza fue añadida después y tiene su origen en los países escandinavos y luego regresó a Europa y al resto de América gracias a la colonización cultural de sus medios de comunicación y los telefilmes y películas importados.
En los últimos años, comienza a hacer furor entre los quinceañeros mediterráneos y latinoamericanos que olvidan sus propias y ricas tradiciones para adoptar la hueca calabaza iluminada. En Hallowe'en (de All hallow's eve), literalmente la Víspera de Todos los Santos, la leyenda anglosajona dice que es fácil ver brujas y fantasmas. Los niños se disfrazan y van -con una vela introducida en una calabaza vaciada en la que se hacen incisiones para formar una calavera- de casa en casa. Cuando se abre la puerta gritan: "trick or treat" (broma o regalo) para indicar que gastarán una broma a quien no les de una especie de propina o aguinaldo en golosinas o dinero.
Una antigua leyenda irlandesa narra que la calabaza iluminada sería la cara de un tal Jack O'Lantern que, en la noche de Todos los Santos, invitó al diablo a beber en su casa, fingiéndose un buen cristiano. Como era un hombre disoluto, acabó en el infierno.
Con la llegada del cristianismo, mientras en los países anglosajones tomaba forma la procesión de los niños disfrazados pidiendo de puerta en puerta con el farol en forma de calavera, en los mediterráneos se extendían otras costumbres ligadas al 1 y 2 de noviembre. En muchos pueblos españoles existe una tradición de ir de puerta en puerta tocando, cantando y pidiendo dinero para las "ánimas del Purgatorio". Hoy en día, aunque menos que antaño, se siguen visitando los cementerios, se arreglan las tumbas con flores, se recuerda a los familiares difuntos y se reza por ellos; en las casas se hablaba de la familia, de todos los vivos y de los que habían pasado a otra vida y se consumían dulces especiales, que perduran para la ocasión, como en España los buñuelos de viento o los huesos de santo.
Mientras tanto, al otro lado del océano y al sur de Estados Unidos, la tradición católica llevada por españoles y portugueses se teñía de color propio en cada país americano, mezclada a los ritos locales precoloniales y al folklore del lugar.
Seguramente en Galicia se unen dos tradiciones: la celta y la católica, por lo que es esta la región de España en la que más perdura la tradición del recuerdo de los muertos, las ánimas del Purgatorio, muy unidas al folklore local, y las leyendas sobre apariciones y fantasmas. En toda España perdura una costumbre sacrosanta que se ha introducido en los hábitos culturales: la de representar en esta fecha alguna obra de teatro ligada al mito de Don Juan Tenorio. Fue precisamente este personaje, "el burlador de Sevilla o el convidado de piedra", creado por el fraile mercedario y dramaturgo español Tirso de Molina, el que se atrevió a ir al cementerio, en esta noche, a conjurar las almas de quienes habían sido víctimas de su espada o de su posesividad egoísta.
En todas estas representaciones ritos y recuerdos pervive un deseo inconsciente, y más bien pagano, de exorcizar el miedo a la muerte, sustraerse a su angustia. El mito antiguo del retorno de los muertos, se ha convertido hoy en fantasmas o dráculas con efectos especiales en los filmes de terror.
Festividad de todos los Santos
Sin embargo, para los creyentes es la fiesta de todos los Santos la que verdaderamente tiene relevancia y refleja la fe en el futuro para quienes esperan y viven según el Evangelio predicado por Jesús. El respeto a los restos mortales de quienes murieron en la fe y su recuerdo, se inscribe en la veneración de quienes han sido "templos del Espíritu Santo".
Como asegura Bruno Forte, profesor de la Facultad teológica de Nápoles, al contrario de quienes no creen en la dignidad personal y desvalorizan la vida presente creyendo en futuras reencarnaciones, el cristiano tiene "una visión en las antípodas" ya que "el valor de la persona humana es absoluto". Es ajena también al dualismo heredero de Platón que separa el cuerpo y el alma. "Este dualismo y el consiguiente desprecio del cuerpo y de la sexualidad no forma parte del Nuevo Testamento para el que la persona después de la muerte sigue viviendo en tanto en cuanto es amada por Dios". Dios, añade el teólogo, "no tiene necesidad de los huesos y de un poco de polvo para hacernos resucitar. Quiero subrayar que en una época de "pensamiento débil" en la que se mantiene que todo cae siempre en la nada, es significativo afirmar la dignidad del fragmento que es cada vida humana y su destino eterno".
La fiesta de Todos los Fieles Difuntos fue instituido por San Odilón, monje benedictino y quinto Abad de Cluny en Francia el 31 de octubre del año 998. Al cumplirse el milenario de esta festividad, el Papa Juan Pablo II recordó que "San Odilón deseó exhortar a sus monjes a rezar de modo especial por los difuntos. A partir del Abad de Cluny comenzó a extenderse la costumbre de interceder solemnemente por los difuntos, y llegó a convertirse en lo que San Odilón llamó la Fiesta de los Muertos, práctica todavía hoy en vigor en la Iglesia universal".
"Al rezar por los muertos -dice el Santo Padre-, la Iglesia contempla sobre todo el misterio de la Resurrección de Cristo que por su Cruz nos obtiene la salvación y la vida eterna. La Iglesia espera en la salvación eterna de todos sus hijos y de todos los hombres".
Tras subrayar la importancia de las oraciones por los difuntos, el Pontífice afirma que las "oraciones de intercesión y de súplica que la Iglesia no cesa de dirigir a Dios tienen un gran valor. El Señor siempre se conmueve por las súplicas de sus hijos, porque es Dios de vivos. La Iglesia cree que las almas del purgatorio "son ayudadas por la intercesión de los fieles, y sobre todo, por el sacrificio propiciatorio del altar", así como "por la caridad y otras obras de piedad".
En razón a ello, el Papa a los católicos "a rezar con fervor por los difuntos, por sus familias y por todos nuestros hermanos y hermanas que han fallecido, para que reciban la remisión de las penas debidas a sus pecados y escuchen la llamada del Señor".
Cultura y negocio del terror
Una cultura de consumo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo. Hollywood ha contribuido a la difusión del Halloween con una serie de películas en las cuales la violencia gráfica y los asesinatos crean en el espectador un estado morboso de angustia y ansiedad. Estas películas son vistas por adultos y niños, creando en estos últimos miedo y una idea errónea de la realidad. El Halloween hoy es, sobre todo, un gran negocio. Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un motor más que suficiente para que algunos empresarios fomenten el "consumo del terror". Se busca además favorecer la imitación de las costumbres norteamericanas por considerarse que esto está bien porque este país tiene chapa de "superior".
Pensándolo desde la fe
Una propuesta de temas para considerar detenidamente nuestra fe católica y la actitud que debemos tomar ante el halloween.
Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:
¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en Lc 6,31.
¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt. 7,17. Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.
¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? ¡Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40
Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine ... ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del enemigo de Dios en St. 4,7 1ª Pe 5,18 Ef. 6,11 Lc. 4,2 Lc. 25, 41
¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween?
¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?
Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños" ¿Qué diremos a los jóvenes (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?
Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Sobre el tema de la paz podemos leer Fil. 4,9 Gál. 5,22. Ver qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14 Jn. 8,12
Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.
Sugerencias para los padres de familia
¿Cómo darle a los hijos una enseñanza auténtica de la fe católica en estas fechas? ¿Cómo hacer que se diviertan con un propósito verdaderamente católico y cristiano? ¿Qué podemos enseñarles a los niños sobre esta fiesta?
Ante la realidad que inunda nuestro medio y que es promovida sin medida por el consumismo nos preguntamos ¿qué hacer? ¿Taparnos los ojos para no ver la realidad? ¿Buscar buenas excusas para justificar su presencia y no darle mayor importancia a este "juego"? ¿Debemos prohibirles a nuestros hijos participar en el halloween mientras que sus vecinos y amigos se "divierten"? ¿Serían capaces los niños de entender todos los peligros que corren y por qué de nuestra negativa a participar en esto?
La respuesta no es sencilla, sin embargo creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:
Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días anteriores al halloween, con el objeto de enseñarles el por qué de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como verdaderos seguidores de Cristo.
En las catequesis y actividades previas a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.
Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.
Proponemos a los padres de familia una opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.
Aunque este cambio no será sencillo para los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween. Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el significado que tienen en el marco de nuestra fe.
Ideas creativas de cómo dar a los niños una enseñanza positiva en estas fechas
Chilenos cambian "Halloween" por fiesta positiva
SANTIAGO, 28 Oct. 03 (ACI).-Con el fin de cambiar los contenidos de muerte y terror promovidos en la fiesta de Halloween, numerosas instituciones y familias chilenas están impulsando una campaña para establecer el 31 de octubre como la "Fiesta de la Primavera", en donde los principales disfraces son de ángeles, santos y princesas, en vez de los terroríficos modelos de la celebración de origen celta y popularizado por Estados Unidos.
Algunos colegios, organizaciones comerciales y hasta supermercados de la capital se han sumado a la campaña. "Hay un público consumidor que está de acuerdo con el formato del festejo, pero otro que está mirando qué pasa y buscando tener algo para que sus hijos participen. Entonces vimos una masa que necesitaba tener una nueva fiesta y lanzamos otros productos", explicó el gerente de ventas de Arcor-Dos en Uno, Jorge Borselli.
Dicha empresa estrenó el año pasado la línea de caramelos "Hadas y magos"; junto con la empresa de golosinas Ambrosoli, que incorporó también esta temp! orada su línea "Magic" asociada a la bondad, la sabiduría y la valentía.
Asimismo, diversas compañías de disfraces están modificando su oferta para atender los requerimientos de esta nueva celebración. La socia de Duende Azul -con locales en la zona oriente y centro de Santiago-, Belén Aleu, afirmó que "la demanda ha ido cambiando en los últimos diez años. Antes pedían solo cosas de terror. Ahora llevan trajes de princesas, ángeles, cenicientas o damas antiguas".
Por otro lado, los supermercados de la capital se están sumando a este "Halloween blanco" cambiando su decoración para la festividad. "Ahora es una fiesta a la chilena, ya no sólo con la connotación de fiesta de brujas", explicó el gerente de marketing de Jumbo, Francisco Guzmán.
Fiesta de Todos los Santos
"Los invitamos a participar de una alegre celebración 31 de Octubre del 2003".
• Hace ya dos años, una simple presentación como esta, distribuida por mail, inició un cambio radical en nuestra sociedad: rescatar el sentido original de la víspera de Todos los Santos.
• Esta iniciativa tuvo una gran acogida, adultos, jóvenes y niños celebramos esta fiesta en forma positiva, entretenida, sana y alegre y más acorde con nuestras costumbres y valores.
• Cada año somos más, por eso los invitamos a sumarse a esta iniciativa.
• En este año de consolidación queremos llegar a todos los rincones, celebrando masivamente "La Fiesta de Todos los Santos".
Estrategia
• Más que combatir la forma en que hoy se celebra "Halloween", que nada tiene que ver con nuestras costumbres y valores; queremos retomar el sentido original de esta fecha y celebrar la "Fiesta de Todos los Santos".
• Mantendremos los elementos buenos y positivos; celebrar, disfrazarse y compartir, pero proponemos cambiar los negativos:
- muerte y oscuridad, ....por vida,
- terror y miedo, .....por alegría,
- violencia, .....por paz y amor,
- amedrentamiento y chantaje, ......por respeto y entrega.
• Proponemos una celebración amplia a la cuál todos se sumen alegremente independiente de su cercanía con la religión.
• De esta manera formaremos valores positivos en los niños ya que aprenderán a dar parte de sí para lograr sus objetivos, a respetar y no amedrentar y que por sobre todo deben prevalecer la vida, el amor, la paz y la alegría.
Planteamiento
Celebraremos la fiesta de "Todos los Santos".
Los niños y jóvenes saldrán a la calle a compartir con sus vecinos en un sano ambiente de amistad.
Los niños:
• Se disfrazarán de algo positivo como payaso, flor, santo, princesa, animalito, etc..
• Saldrán a las calles acompañados de algún adulto o joven responsable, a pedir dulces.
• Sólo tocarán el timbre en las casas que tengan globos o cintas de color blanco en sus puertas o rejas, aceptando así participar en esta celebración. Al resto sencillamente no se les molestará.
• Para recibir los dulces los niños deberán entregar algo a cambio.
• A lo que entreguen le llamaremos "gracia" y puede ser un dibujo, una poesía, una oración, una flor, un santito, una tarjeta o algo hecho por ellos en su clase de Religión o de Arte.
Los jóvenes:
• Acompañarán a los niños en esta celebración siendo modelo y ejemplo para ellos, es decir celebrando en forma positiva para sembrar paz, amor y alegría.
• Si quieren organizar alguna fiesta o celebración los invitamos a hacer "Fiestas Blancas" donde todos se vistan de ese color y lo pasen muy bien en un ambiente positivo y alegre.
¿Qué les pedimos?
• Distribuyan esta presentación a todas las personas que puedan.
• Que comenten esta iniciativa con su familia, amigos y conocidos.
• Que la hagan llegar a las empresas que estén interesadas en esta fiesta, a los medios de comunicación y a quienes puedan apoyarla.
• Propongan en Colegios, Jardines Infantiles e Iglesias, que la fiesta se aborde de manera positiva y constructiva.
• Apoyen y acompañen a sus hijos en esta celebración, así estaremos educándolos en los valores que esta fiesta nos invita a celebrar.
SI TODOS EMPUJAMOS ESTA IDEA, CADA DÍA SEREMOS MÁS LOS QUE CELEBRAREMOS CON ALEGRÍA "LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS".
Más información en el sitio: www.todoslossantos.cl
El Episcopado francés ilustra las fiestas de Todos los Santos y de los Difuntos
PARÍS, 28 octubre 2003 (ZENIT.org) .- En medio de las campañas publicitarias de promoción de la fiesta de Halloween, la Conferencia Episcopal de Francia ha publicado un comunicado para explicar el sentido de las fiestas de Todos los Santos y del día de los Difuntos.
«A lo largo del año, la Iglesia católica celebra a los santos que ha canonizado oficialmente y que presenta como modelos y testigos ejemplares de la fe», recuerda el texto.
Con la fiesta del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, la Iglesia desea «honrar a los santos "anónimos" --mucho más numerosos-- que con frecuencia han vivido en la discreción al servicio de Dios y de sus contemporáneos».
En este sentido, aclara el documento, es la fiesta de «todos los bautizados, pues cada uno está llamado por Dios a la santidad». Constituye, por tanto, una invitación a «experimentar la alegría de aquellos que han puesto a Cristo en el centro de su vida».
El 2 de noviembre, día de oración por los difuntos, explican los prelados franceses, propone una práctica que comenzó con los primeros cristianos.
La idea de convocar una jornada especial de oración por los difuntos, continuación de Todos los Santos, surgió antes del siglo X, siguen explicando.
«El 1 de noviembre, los católicos celebran en la alegría la fiesta de Todos los Santos; al día siguiente, rezan de manera más general por todos los que han muerto», afirman.
De este modo, la Iglesia quiere dar a entender que «la muerte es una realidad que se puede y que hay que asumir, pues constituye el paso en el seguimiento de Cristo resucitado».
Esto explica las flores con que en estos días se adornan las tumbas, «signo de vida y de esperanza», concluyen los prelados.
"Holywins" una propuesta creativa de la Diócesis de París
En la cruzada de ser creativos para el 31 de octubre, víspera del Día de todos los Santos,
www.holywins.org cuenta cómo se organizan en la Diócesis de París !
La iniciativa, bautizada con el nombre de «Holy wins» («la santidad gana») --juego de palabras contrapuesto a Halloween-- ha sido lanzada por la arquidiócesis de París.
En el 2002, varios centenares de jovenes en la misión en las calles de París, más de 8000 personas al concierto del Place St-Sulpice, con una amplia cubierta en los medios.
para el 2003: Con el éxito de la primera edición, la gente joven va otra vez por las calles el 31 de octubre. ¿Su motivación? " atestigüe su esperanza y a su fe en la Resurrección".
(...) En una sociedad que tiende a eludir la cuestión de la muerte, la fiesta de Halloween tiene el mérito de interrogarnos sobre este tema, pero sólo hace referencia a los rituales morbosos y macabros. Por este motivo los jóvenes de de París quieren aprovechar el éxito de Halloween para testimoniar su fe y la esperanza cristiana ante la muerte en la vigilia de la fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre) y de los Difuntos, de los que se hace memoria al día siguiente.
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Corán
Libro sagrado de los Musulmanes, considerado la revelación de Dios. Complementado por el llamado Hadith, o tradiciones, es el fundamento del Islam y autoridad última en cuanto a dogma y creencia, en cuanto a jurisprudencia, culto, ética, y en cuanto a la sociedad, a la familia, y a la conducta individual.El nombre de Corán, o mejor Qur’an, de la raíz arábiga Qara’a, "leer”, ”recitar”, significa la “Lectura” la “Recitación”, el “Libro”, par excellence. También se le conoce como – por escoger algunos de sus muchos títulos – “Alkitab" (El Libro), "Furquan" ("liberación", "salvación", de la revelación), "Kitab-ul-lah" (Libro de Dios), "Al-tanzil" (La Revelación). Se constituye de ciento catorce suras o capítulos, siendo algunos tan extensos como el Libro del Génesis, otros que no contienen más que dos o tres oraciones. Es más pequeño que el Nuevo Testamento, y su forma actual no tiene ningún orden cronológico o secuencia lógica.Contenidos y Análisis El Corán contiene dogma, leyendas, historia, ficción, religión y superstición, leyes sociales y familiares, oraciones, amenazas, liturgia, descripciones imaginativas del Cielo, del Infierno, del Juicio Final, la Resurrección, etc. – una combinación de realidad y fantasía, frecuentemente privada de fuerza y originalidad. Los fragmentos más creíbles son aquellos en los que se descubre claramente una influencia cristiana y judía. El siguiente análisis está basado en la cronología establecida por William Muir (op. Cit. Infra). Primer PeríodoSuras 103, 91, 106, 101, 95, 102,104, 82, 92, 105, rapsodias, que deben haber sido compuestas antes que Mahoma concibiera la idea de una misión divina, o de una revelación directa del CieloSegundo Período (inicio del ministerio de Mahoma)Sura 96, el mandamiento de “orar en el nombre del Señor"; sura 113, sobre la unidad y eternidad de la Deidad; sura 74, el mandamiento de predicar, la denuncia de uno de los jefes de La Meca quien se burló de la resurrección, los no creyentes amenazados con el infierno; sura 111, Abu Lahab (tío del profeta) y su esposa son malditos.Tercer Período (del principio del ministerio público de Mahoma hasta la emigración Abisinia)Suras 87, 97, 88, 80, 81, 84, 86, 90, 85, 83, 78, 77, 76, 75, 70, 109, 107, 55, 56, descripciones de la resurrección, el paraíso y el infierno, con referencias a la creciente oposición de la tribu de los Koreish.Cuarto Período (del sexto al décimo año del ministerio de Mahoma)Suras 67, 53, 32, 39, 73, 79, 54, 34, 31, 69, 68, 41, 71, 52, 50, 45, 44, 37, 30, 26, 15, 51, narrativas de las Escrituras Judías y de leyendas rabínicas y árabes; el compromiso temporal con la idolatría está conectado con el sura 53.Quinto Período (del décimo año del ministerio de Mahoma hasta la Hégira de la Meca)Suras 46, 72, 35, 36, 19, 18, 27, 42, 40, 38, 25, 20, 43, 12, 11,10,14, 6, 64, 28, 22, 21,17,16, 13, 29, 7, 113, 114. Los suras de este período contienen algunas narrativas del Evangelio, recomiendan los ritos del peregrinaje, refutan las cavilaciones de los Koreish, y contienen descripciones vívidas de la resurrección, el juicio, el cielo, y el infierno, con pruebas de la unidad, poder y providencia de Dios. Gradualmente los suras se vuelven largas y algunas de ellas completan muchas páginas. En las últimas suras del quinto período los pasajes Medina son frecuentemente interpolados.Último Período (suras reveladas en Medina)Este período incluye los siguientes suras: Sura 98: sobre buenos y malos judíos y cristianos.Sura 2, el más largo en el Corán, es llamado el "Sura de la Vaca " por el vacuno rojo descrito en el verso 67 siendo sacrificado por los israelitas bajo la dirección de Moisés. Es una colección de pasajes que se refieren a varios temas, surgidos durante los dos o tres años posteriores a la Hégira. La mayor parte trata de los judíos, quienes son algunas veces exhortados y otras reprobados. Abundan las historias bíblicas y rabínicas. Este sura contiene el orden para cambiar la Qibla (o dirección en la oración) una denuncia de los desafectos, ciudadanos de Medina, preceptos para pelear, permiso para cargar armas en los meses sagrados y muchos temas de carácter legislativo promulgados en primer lugar para Medina, con pasajes interpolados en una fecha posterior.Sura 3 pertenece en parte al tiempo inmediatamente posterior a la Batalla de Behr. Los judíos son mencionados en términos hostiles. La entrevista con la delegación cristiana de Najran (versos 57-63) es de una fecha posterior. Los pasajes pertenecientes al peregrinaje de despedida son introducidos con otros textos (probablemente) más antiguos en los ritos del peregrinaje.Sura 8 contiene instrucciones sobre la división del botín en Bedr. Algunas partes están en el antiguo estilo De la Meca y los Koreish son frecuentemente mencionados. En sura 47 se encuentran la guerra y la matanza, y la amenaza a los idólatras de la Meca. En sura 62 los judíos son denunciados por su ignorancia; el servicio del viernes cumple la función de preceder los compromisos seculares. En sura 5 los judíos son ultrajados; las doctrinas de los cristianos son controvertidas; contiene además ordenanzas civiles e instrucciones diversas.Sura 59, sobre el asedio y expulsión del Banu Nadhir.Sura 4 titulada “mujeres”, debido a la gran porción dedicada al trato de las mujeres y las relaciones entre los sexos. Hay también ordenanzas de la ley sobre la herencia y preceptos generales, sociales y políticos. Los idólatras de la Meca deben ser discriminados, y existen adnimadversiones en contra de los judíos. Los "desafectos" son acusados de ponerse de lado de los judíos.Sura 65: sobre el divorcio y temas de parentesco, con algunas observaciones religiosas.Sura 63: amenazas en contra de ‘Abdallah ibn Obey por su lenguaje pérfido en la expedición en contra del Banu Mustalick.Sura 24: desagravio de ‘Ayisha, con la ley de evidencia para infidelidad conyugal, y preceptos varios.Sura 33, compuesta de porciones que cubren el año A. H. 5. El matrimonio del profeta con Zeinab, esposa de su hijo adoptivo, es sancionado. Existen pasajes previos sobre las relaciones conyugales de Mahoma, el asedio de Medina, y la caída del Banu Qoreitza.Sura 57: preceptos para pelear y contribuir en los costos de la guerra. Los disafectos son advertidos. Los cristianos son mencionados en términos amables. Sura 61; sobre la Guerra, se promete una Victoria rápida. – Las auras restantes pertenecen exclusivamente a los últimos cinco años de la vida del profeta.Sura 48: se refiere a la tregua de Hodeibia, y el prospecto de victoria y saqueo a obtenerse en otra parte.Sura 60: sobre el tratamiento de mujeres quienes, luego de la tregua, llegaron de Meca; idolatres of Meca to be shunned.Sura 66: sobre el asunto de Mahoma y la doncella cóptica.Sura 49, acusando la profesión de los árabes beduinos como falsa, reprendiendo a la delegación que llamó de mala manera a la puerta de Mahoma, y exhortando a los creyentes a desterrar la desconfianza y la falta de caridad entre ellos. Sura 9 trata de la campaña a Tebuk (A. H.. 9). Empieza con la “liberación” promulgada en el peregrinaje del mismo año y declara el antagonismo del Islam sobre las demás religiones. Todos excepto los musulmanes son excluidos de la Meca y los ritos del peregrinaje. Los idólatras son amenazados con matanza y esclavitud. Se declara la guerra en contra de los judíos y los cristianos hasta que sean sometidos y paguen tributo. Esta aura es llamada “el capítulo de la cruzada”, y en las primeras campañas era frecuentemente leída en el campo antes de la batalla. DoctrinaLa doctrina del Corán será plenamente discutida en el artículo de la religión islámica. Es suficiente definir aquí que la doctrina puede ser clasificada bajo cuatro categorías: Fe, o qué creer; Práctica o adoración; Ética, o que hacer y que evitar; Lecciones morales, históricas y legendarias tomadas de las escrituras judía y cristiana, de carácter canónico, pero principalmente apócrifo, y del paganismo árabe antiguo y contemporáneo.Orden Cronológico y Características Distintivas de los Suras Los escritores musulmanes e intelectuales europeos han hecho grandes esfuerzos por ordenar cronológicamente los suras, pero el orden de Noldeke es considerado el más plausible. Divide los suras en las de la Meca y las de Medina, principalmente aquellas surgidas en la Meca antes del Escape o Hégira, y las que tienen origen en Medina luego de la Hégira. Los suras de la Meca están divididos en tres períodos. Al primero (del primero al quinto año de la misión de Mahoma) pertenecen los siguientes suras - 96, 74, 111,106, 108, 104, 107, 102, 105, 92, 90, 94, 93, 97, 86, 91, 80, 68, 87, 95, 103, 85, '73, 101, 99, 82, 81, 53, 84,100, 79, 77, 78, 88, 89, 75, 83, 69, 5l, 52, 56, 55, 112, 109, ll3, 114, y 1. Al segundo período (quinto y sexto año de su misión) están asignadas los suras 54, 37, 7l, 76, 44, 50, 20, 26, 15, 19, 38, 36, 43, 72, 67, 23, 21, 25, 17, 27, y 18. Al tercer período (del sétimo año hasta la Hégira) corresponden los siguientes suras: 32, 41 45, 16, 30, 11, 14,12, 40, 28, 39, 29, 31, 42, 10, 34, 35, 7, 46, 6, y 13. Los suras de Medina son las que permanecen, en el siguiente orden: 2, 98, 64, 62, 8, 47, 3, 61, 57, 4, 65, 59, 33, 63, 24, 58, 22, 48, 66, 60,110, 9, y 5. Las características distintivas de los diferentes suras y de los períodos en los que tuvieron origen son descritas por el Sr. Palmer como sigue: En los suras de la Meca el único firme propósito de Mahoma es llevar a sus oyentes hacia la fe en un sólo Dios; a traves de poderosas y emotivas oratorias más que por argumentos lógicos, apelando a sus sentimientos antes que a su razón, comunicando la manifestación de Dios en sus obras; anunciando ser testigo de Su presencia; y proclamando Su venganza contra aquellos que asocien otros dioses con Él, o atribuyan descendientes a Él. El mensaje estaba fortalecido por brillantes imágenes de la felicidad que les esperaba a los que tuvieran fe, y escalofriantes descripciones de los eternos tormentos preparados para los que no crean. En los primeros capítulos también, la inspiración profética, la fervorosa convicción de la verdad de su misión y la violenta emoción, que le causó su sentido de responsabilidad, son mostradas de manera sencilla. El estilo es brusco, grandioso, y frecuentemente casi sublime; las expresiones están llenas de sentimiento poético, y los pensamientos son fervorosos y apasionados, aunque algunas veces oscuros y confusos, indicando el entusiasmo y dudas mentales por las que se dirigían hacia la luz.En el segundo período de las Suras de la Meca, Mahoma parece haber concebido la idea de separarse de la idolatría de sus compatriotas, y de darle a la suprema deidad Allah el nombre de Ar-Rahman, “el misericordioso”. Sin embargo, los de la Meca, parecen haberlos tomado para los nombres de deidades distintas, y el nombre es abandonado en los capítulos posteriores. En las Suras del segundo período de la Meca encontramos las largas historias de los profetas de tiempos antiguos, acentuando el castigo que les esperaba a sus contemporáneos por no creer, la moral es siempre la misma básicamente, que Mahoma vino en circunstancias precisamente similares y que la negación de la verdad de su misión traería a sus conciudadanos la misma retribución. También mostraban la etapa de transición entre el entusiasmo intenso y poético de los primeros capítulos de la Meca y la enseñanza calmada de los posteriores de Medina. Este cambio es gradual, e incluso en los posteriores y en su mayoría prosaicos encontramos ocasionalmente pasajes en los que destellan brillos proféticos una vez más. Los tres períodos están marcados por los juramentos que aparecen a lo largo del Corán. En el primer período son frecuentes y extensos, siendo invocados todos los poderes de la naturaleza a atestiguar la unidad de Dios y la misión de Su Apóstol; en el segundo período son más cortos y más esporádicos; en el último período están ausentes.Para entender las Suras de Medina debemos llevar en la mente la posición de Mahoma con respecto a los distintos partidos de aquella ciudad. En la Meca él había sido un profeta con poco honor en su propio país, visto por algunos como loco, y por otros como impostor, ambos denigrantes para él, mientras que sus seguidores eran los más pobres y malvados de sus conciudadanos. Sus propios seguidores, por el hecho de ser sus seguidores, se sintieron agraviados por las afrentas en contra de él. En Medina aparece como líder militar y príncipe, aunque sin poseer la autoridad absoluta. En la ciudad existían, primero, los verdaderos creyentes que habían escapado con él de El Muhagerin; luego, los habitantes de Yathrib, quienes se le habían unido, conocidos como El Ansar, “los ayudantes”; y por último, un gran grupo denominado Munafiqun o “hipócritas”, que eran los que se pusieron de su lado por temor, y aquellos “en cuyo corazón reside la enfermedad”, quienes a pesar de creer en él, no acudían a él abiertamente por presiones tribales o familiares. Abdallah ibn Ubai era un jefe cuya influencia operaba fuertemente en contra de Mahoma, y fue obligado a tratarlo de igual a igual por un largo tiempo, incluso luego de haber perdido su poder político. El otro partido en Medina estaba compuesto por tribus judías establecidas en la ciudad y en los alrededores de la ciudad de Yathrib. Los judíos en un principio fueron vistos como los más naturales y partidarios de la nueva religión, que iba a confirmar la suya propia. Estos diferentes partidos junto con los paganos árabes de la Meca y los cristianos son las personas a las que se refieren básicamente las Suras de Medina. El estilo de las Suras de Medina recuerda al tercer período de las revelaciones de la Meca, la mayor naturaleza de los incidentes relatados o los preceptos dados contribuyen en gran medida al lenguaje más prosaico en el cual se expresan. En las Suras de Medina el profeta ya no trata de convertir a sus oyentes por sus ejemplos, promesas y advertencias; se dirige a ellos como su príncipe en general, orando por ellos o culpándolos por su conducta, y dándoles leyes y preceptos según lo exigía la ocasión. (The Qur'an in "Sacred Books of the East", I, Oxford, 1880, pp. LXI, LXII, y LXIII).Fuentes Las fuentes del Corán se pueden reducir a seis:El Antiguo Testamento (canónico y apócrifo) y el judaísmo híbrido de las escuelas rabínicas tardías. Durante el tiempo de Mahoma los judíos eran numerosos en muchas partes de Arabia, especialmente alrededor de Medina. La familiaridad con ellos es indudablemente responsable de muchas historias del Antiguo Testamento a las que alude el Corán. El judaísmo y el rabinismo posteriores son igualmente representados (Geiger, "Was hat Mohammed aus dem Judenthum aufgenommen?", Wiesbaden, 1833; tr. Judaism and islam", Madras, 1898).El Nuevo Testamento (canónico y apócrifo) y diferentes doctrinas heréticas. En sus viajes entre Siria, Hijaz, y Yemen, Mahoma tuvo todas las oportunidades para tener contacto con los cristianos Yemenitas, Abisinios, Gasanitas y Sirios, especialmente heréticos. De ahí que, mientras que la influencia del cristianismo ortodoxo sobre el Corán es leve, las leyendas heréticas y apócrifas, son fuentes originales de la fe del Corán. (Vea Muir, op. cit. infra, 66-239; Tisdall, "The Original Sources of the Qur'an", Londres, 1905, 55-211.) Sabaísmo, una combinación de judaísmo, maniqueísmo y antiguo y desfigurado paganismo babilonio. Zoroastrianismo. Debido a la influencia política de Persia en la parte nordeste de Arabia, es natural encontrar elementos Zoroastrianos en el Corán. Hanifismo, cuyos adherentes, llamados Hanifistas deben haber tenido considerable número e influencia, como se sabe de las fuentes árabes contemporáneas doce de los seguidores de Mahoma eran miembros de esta secta. Creencias y prácticas árabes paganas, antiguas y contemporáneas. Wellhausen ha recolectado en sus "Reste des arabischen Heidentums" (Berlín, 1897) todo lo que se conoce sobre las creencias, tradiciones, costumbres y supersticiones paganas árabes preislámicas, muchas de las cuales son mencionadas o aceptadas e incorporadas en el Corán. De las numerosas sectas y creencias, y de Abul-Fida, conocido historiador y geógrafo del siglo XII, es claro que las creencias y prácticas religiosas de los árabes de la época de Mahoma forman una de las muchas fuentes del Islam. De esta fuente pagana el Islam derivó la práctica de la poligamia y la esclavitud.Autoría, Compilación Se admite que el Corán es sustancialmente obra de Mahoma. De acuerdo a los tradicionalistas, contiene la revelación pura que no podía leer o escribir, pero que inmediatamente después pudo hacer ambas; otros creen que incluso antes de la revelación ya podía leer y escribir; mientras que otros, niegan que alguna vez lo haya hecho. Así, no se sabe a ciencia cierta si alguna de los suras fue escrita por el propio profeta o en su dictada en su totalidad y posteriormente escrita por otros de memoria.El Corán está escrito en árabe, en prosa rimada, el estilo difiere considerablemente en los diferentes suras, de acuerdo a los distintos períodos de la vida del profeta. El idioma es universalmente reconocido por ser la forma más perfecta de oratoria árabe, y pronto se convirtió en el estándar bajo el cual debían ser juzgadas otras composiciones literarias árabes; gramáticos, lexicógrafos y retóricos deducían que el Corán, siendo la palabra de Dios, no podía estar equivocado o imperfecto.Los oyentes de Mahoma empezaron a confiar en sus memorias para guardar las palabras de la revelación que habían recibido de él. Posteriormente, los que podían escribir, las plasmaron en antiguas figuras sobre hojas de palmeras, pedazos de cuero, o hueso seco. Luego de la muerte del profeta todos estos fragmentos fueron recolectados. Zaid ibn Thabit, discípulo de Mahoma, recibió el encargo de Abu Bekr, el califa, de recolectar todo lo que podía ser descubierto del texto sagrado en un volumen. Los capítulos fueron luego ordenados de acuerdo a su longitud, sin importar su secuencia histórica. La revisión realizada veinte años después afectó detalles del lenguaje del texto.La mejor y más accesible edición del Corán es la de Flugel, "Al-Qoran: Corani textus Arabicus" (Leipzig, 1834). La famosa traducción latina de Maracci del Corán, con una refutación y comentario, es aún única y útil: "Alcorani textus universus" (Padua, 1698). Las versiones estándares en inglés son las de Sale (Londres, 1734) con un ensayo introductorio muy útil; Rodwel (Londres, 1861), ordenada cronológicamente; y Palmer en "Sacred Books of the East" (Oxford, l880). GABRIEL OUSSANI Transcrito por Joseph P. ThomasTraducido por Armando Llaza Corrales
The Catholic Encyclopedia, Volume ICopyright © 1907 by Robert Appleton CompanyOnline Edition Copyright © 1999 by Kevin KnightEnciclopedia Católica Copyright © ACI-PRENSANihil Obstat, March 1, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur +John Cardinal Farley, Archbishop of New York.
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Iglesia
El término iglesia es el nombre empleado para traducir el griego ekklesia (ecclesia), término con el que los autores del Nuevo Testamento designan a la sociedad fundada por Nuestro Señor Jesucristo. El término inglés church (en anglosajón cirice, circe; en alemán moderno, Kirche; en sueco, Kyrka) es el nombre empleado por los idiomas teutónicos para traducirlo. El origen de esta palabra ha sido muy debatido. Hoy se admite que procede del griego kyriakon (cyriacon), esto es, la casa del Señor, un término que desde el Siglo III se utilizaba, tanto como el de ekklesia, para significar un lugar de culto cristiano. Aunque una expresión menos usual, ésta es la que aparentemente obtuvo éxito entre las razas teutónicas. Las tribus norteñas se habían acostumbrado a saquear las iglesias del imperio, mucho antes de su propia conversión. De ahí que, incluso antes de la llegada de los sajones a Gran Bretaña, su idioma hubiera adquirido palabras que designaban algunos de los aspectos
Con la significación de Iglesia, la palabra Ecclesia se utiliza por los autores cristianos, a veces en sentido más amplio, a veces en sentido más restringido.
. Se emplea para designar a todos los que, desde el comienzo del mundo, han creído en el verdadero Dios, y han sido hechos hijos suyos por la gracia. En este sentido, se distingue a veces, entre la Iglesia antes de la Antigua Alianza, la Iglesia de la Antigua Alianza, o la Iglesia de la Nueva Alianza. Así San Gregorio (Epp. V, ep. xviii ad. Joan. Ep. Const., en P.L., LXXVII, 740) escribe : “Sancti ante legem, sancti sub lege, sancti sub gratiâ, omnes hi… in membris Ecclesiae sunt constituti” (Los santos antes de la Ley, los santos bajo la Ley, y los santos bajo la gracia—todos son constituidos miembros de la Iglesia).
. Puede significar el conjunto de los fieles, incluyendo no meramente los miembros de la Iglesia que viven en la tierra sino, también, los que, en el purgatorio o en el cielo, forman parte de la comunión de los santos. Así considerada, la Iglesia se divide en Iglesia militante, Iglesia purgante, e Iglesia triunfante.
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Ciencia y fe: una unidad que no debe separarse
Miguel el 15-09-2007, 19:56 (UTC) | | Ciencia y fe: una unidad que no debe separarse
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Estamos en los tiempos del Espíritu. Él nos regala los dones necesarios para poder vivir plenamente y realizar el plan de Dios. El Espíritu Santo nos ofrece la posibilidad de penetrar en el misterio del mundo que nos rodea.
El don de ciencia nos permite buscar las respuestas a las preguntas que siempre han preocupado al hombre y otras que surgen del conocimiento del universo y sus leyes: ¿De dónde venimos? ¿Cuál es el origen del universo? ¿Cuál es el origen del hombre?
Dios, al crearnos a su imagen, nos dio la razón, los sentimientos, la pasión, el deseo de descubrir la verdad (o de buscarla), la capacidad de amar, la necesidad del otro. Es evidente que Dios es un padre bueno, que nos hace estos regalos con la intención de que los utilicemos. Es decir, que estamos llamados a buscar la verdad, en todos los ámbitos. El hombre, a lo largo de la historia, ha penetrado en el misterio de la creación para entenderla, aunque en muchas ocasiones, se olvidó que ser el rey o el centro de la creación implica una responsabilidad. Ser el dueño de su casa no le da derecho a quemarla. O, que sea dueño de su cuerpo, no le da derecho a lastimarlo.
¿Cuáles son los caminos por los cuáles se descubre la verdad? Todos aquellos que nos ha brindado Dios. A través de Jesús, Dios mismo se ha revelado como Padre. A través del conocimiento científico o de la razón, realizamos hipótesis y modelos del mundo que luego intentamos verificar. A través de los sentimientos nos acercamos al misterio del otro y a través del amor comprendemos lo que significa la entrega absoluta.
El don de ciencia nos acerca a ese juzgar rectamente sobre la creación. Asimismo, san Pablo dice que en Jesús están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia. Con el don de ciencia podemos penetrar en los recónditos parajes de la comprensión de las leyes de la naturaleza y de la estructura del universo, contemplando la belleza de la perfección que dio vida a esa misma naturaleza y que creó el orden inalterable que rige a dicho universo. Por el don de ciencia los hombres podemos ensamblar el misterioso rompecabezas de la creación, que no tiene fisura alguna y que presenta una figura compacta, digna de haber sido creada por Dios. No importa que esta tarea lleve miles de años y la ciencia haya avanzado lentamente a lo largo de la historia. La ciencia que conduce a la verdad, inevitablemente conduce a Dios.
No debe existir división en el hombre. Razón, fe, sentimientos, están unidos en la persona. Se es un hombre de fe, no un hombre con fe. Cuando nos miramos para adentro, descubrimos un entramado donde, en determinadas circunstancias, algún aspecto puede ser más importante y otro dejado de lado o reprimido.
Tomar conciencia de la unidad del hombre, y de la importancia de utilizar todo lo recibido de Dios para acercarnos a la verdad, es fundamental para adentrarnos en este tema: Llamados a encontrar el equilibrio entre: "una ciencia sin Dios" y "un Dios sin ciencia".
A lo largo de la vida buscamos el equilibrio, -es uno de los conceptos fundamentales en la teoría de Piaget acerca del desarrollo cognitivo-, porque creemos que nos da seguridad, o porque el término medio nos parece el más confiable. Sin embargo, en este caso, el equilibrio que se busca es entre "las cosas" de Dios y los temas de la ciencia. Y, dicho de esta forma, parecería que existen ámbitos donde Dios no entra y otros en donde la ciencia o la razón están de más.
En la conocida película Estigma, el obispo, cuando el sacerdote deja la habitación donde habían tenido una discusión, dice: "El problema del P. Andrew (científico que se hizo sacerdote), es que no se decide: si es un científico o un hombre de fe". Considera que debe decidir entre Dios y la razón, que no hay un punto en común, que no hay relación de una con otra. En la película, detrás de esta afirmación existen muchos intereses. Y, quizás, es en este punto en el cual debemos detenernos: ¿Cuáles son los intereses que están detrás de las diversas posturas acerca del tema? El que hace ciencia, y es un hombre de fe, no puede olvidarse de esto cuando está investigando. Se es cristiano en todo momento. Es decir, que su búsqueda de la verdad se orienta al conocimiento del mundo y al bien común. El hombre de fe, no puede repetir lo que le enseñaron sin pensarlo. Debe poder dar razones de su fe, debe ayudarse de las ciencias para comprender la Palabra de Dios, la creación. ¡Cuánto nos ha enseñado la psicología acerca de la comunicación que nos ayuda a comprender lo que significa la oración!
La respuesta a esta dicotomía es descubrir el entramado de fondo, las relaciones que existen entre ambas, el objetivo de la ciencia y de la fe. A través de la fe, nos acercamos al misterio, a la revelación. La ciencia nos permite conocer al mundo. La fe nos hace entrar en contacto con Dios Padre y al mirarnos en sus ojos descubrirnos como somos. La ciencia nos ayuda a comprender la creación y a través de ella, llegar a alabar y agradecer a Dios. Las personas que tienen fe verán detrás de cada descubrimiento, de cada teorema, de cada avance tecnológico o científico, la grandeza de Dios.
"La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo". (Introducción a la Encíclica Fe y Razón de Juan Pablo II).
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INTRODUCCIÓN: DIVISIÓN DE LA BIBLIA
Miguel el 15-09-2007, 19:55 (UTC) | | INTRODUCCIÓN: DIVISIÓN DE LA BIBLIA
La palabra "Biblia" viene del griego "biblos", que significa "libros". De aquí el diminutivo "biblión" = librito, que en el plural queda "Biblia". De aquí en nuestra lengua BIBLIA. El mismo nombre de la Biblia nos dice lo que ella es, el libro por excelencia. Pero es un libro compuesto por muchos libros.
La división de la Biblia
La Biblia está dividida en dos grandes partes: El Antiguo Testamento (que se abrevia como AT) o Viejo Testamento; El Nuevo Testamento (que se abrevia como NT)
Corresponden a las dos grandes etapas de la historia del Pueblo de Dios: La Antigua Alianza (antes de Jesús) y la Nueva Alianza (a partir de Jesús).
La Biblia es una Biblioteca
La Biblia es como una colección o una biblioteca. Ella contiene 73 libros de épocas y de estilos diferentes.
El Antiguo Testamento contiene 46 libros; El Nuevo Testamento contiene 27 libros; En total son pues73 libros
EL ANTIGUO TESTAMENTO
El Pentateuco
Los 5 libros del Antiguo Testamento son llamados "Pentateuco". Es una palabra griega que significa "cinco libros". Esos 5 libros son llamados también "TORA" (=Ley) porque contienen la Ley de la Antigua Alianza. Los libros del Pentateuco son:
* Génesis (Abreviado Gn o Gen) = es el libro que contiene las reflexiones sobre los orígenes del mundo, del hombre, del pecado, del Pueblo de Dios;
* Éxodo (abreviado Ex) = la salida. Reflexiona sobre la salida del pueblo hebreo de Egipto bajo el liderazgo de Moisés;
* Levítico (abreviado Lv): se llama así porque contiene las leyes del culto y las obligaciones de los sacerdotes y levitas;
* Números (abreviado Núm.): se llama así porque comienza con el censo (recuento) del Pueblo de Israel;
* Deuteronomio (abreviado Dt) = segunda ley. Este es un libro que relata nuevamente la promulgación de la Ley de la Alianza. Invita a la conversión y a la fidelidad.
Otros libros del Antiguo Testamento
Libros HISTÓRICOS: Son 16 libros que narran historias del Pueblo y sus líderes, como por ejemplo: Josué, Jueces, Samuel, los Reyes.
Libros SAPIENCIALES o de la SABIDURÍA: Son siete libros. En ellos encontramos la expresión de la sabiduría y de los sentimientos del Pueblo: dictados, poesía, cantos, oraciones, etc.
Libros PROFÉTICOS: Son 18 libros. Traen la vida y el mensaje de los profetas. Por ejemplo Isaías, Jeremías, Ezequiel, Amós. (Busquemos en el Índice de la Biblia los nombres de todos ellos).
¿Cuándo fue escrito el AT y cómo?
El Antiguo Testamento fue escrito poco a poco, a lo largo de casi mil años. Al principio, la historia y las leyes del Pueblo de Israel eran transmitidas de boca en boca, de padres a hijos. Cuando algunos comenzaron a escribir esas tradiciones (a partir del siglo X a.C. o en la Època de Salomón), no surgieron en seguida los libros que nosotros conocemos.
Los textos más antiguos fueron desarrollados y reelaborados más de una vez, en la medida que el pueblo iba aprendiendo las lecciones de la historia. Con la ayuda de los profetas, iba reconociendo nuevos aspectos de la revelación de Dios.
Así la Biblia fue escrita en épocas diversas y por muchas personas. Por eso, a veces, la Biblia puede contar el mismo asunto de maneras diferentes. (Compara, por ejemplo, el relato de la creación del hombre y de la mujer en Gen 1, 26-31 con el relato de Gen 2, 7-25).
Oras veces, en un mismo capítulo, están entrelazados textos de épocas distintas.
También hay gran variedad de tipos de textos (los llamados "géneros literarios").
En el Antiguo Testamento tenemos leyes, historias, crónicas, poesías de amor, cánticos de la liturgia, proverbios y hasta unas pocas fábulas y novelas. Naturalmente es muy importante distinguir esos tipos de texto para entenderlos bien.
¿Cómo fue conservado y multiplicado el AT?
En aquella época se escribía, con tinta y pluma, en hojas de papiro (después se cosían para formar rollos) o en pedazos de cuero o pergamino (después unidos en forma de libro). El texto original era copiado muchas veces. Conocemos hoy muchas copias de esos antiguos manuscritos. Ellos transmitieron el texto hebreo del Antiguo Testamento y sus traducciones más antiguas, griegas y latinas. Solo en el siglo XV la Biblias comenzaron a ser impresas, y entonces se introdujo la división en capítulos y versículos que usamos hasta hoy.
REVISEMOS EL CAMINO HECHO
1. ¿Qué significa la palabra Biblia?
2. ¿Cómo se divide la Biblia?
3. ¿Cuántos libros tiene la Biblia?
4. ¿Cuántos son los libros del Antiguo Testamento?
5. ¿Qué quiere decir "Pentateuco" y cuáles son sus libros?
6. ¿Qué otros tipos de libros tiene el Antiguo Testamento? ¿De qué tratan?
7. ¿Cuándo fue escrito el Antiguo Testamento y cómo?
8. ¿Cómo fue conservado y multiplicado?
EL NUEVO TESTAMENTO
Como ya vimos, el libro leído en las primeras comunidades cristianas era el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento todavía no estaba escrito. Jesús no escribió ni mandé escribir nada. Ni los apóstoles y discípulos tenían grabadora para guardar las palabras de Jesús.
Los apóstoles comienzan a predicar. Transmiten oralmente lo que Jesús había hecho y enseñado. De aquí y de allí surgían resúmenes. Estos resúmenes servirán de base para los Evangelios que fueron escritos más tarde, a partir del año 70, o poco antes.
En las comunidades cristianas también se reflexiona sobre las enseñanzas de los apóstoles
y algunos de ellos, principalmente Pablo, pondrán por escrito sus orientaciones a través de "cartas" o "epístolas". Así surgieron los libros del Nuevo Testamento.
Los Evangelios
Son los cuatro libros que vienen al comienzo de nuestro Nuevo Testamento. La palabra "Evangelio" quiere decir: BUENA NUEVA, Buenas Noticias. Los Evangelios proclaman como BUENA NUEVA que Jesús es el Cristo, el Salvador. Narran las acciones y palabras de Jesús, pero tal como diversas comunidades cristianas las reflexionan. Así tenemos, en los 4 Evangelios, puntos de vista diferentes sobre la vida y el mensaje de Jesús.
Autores de los Evangelios son considerados Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Ellos pusieron por escrito tradiciones venidas desde los apóstoles y reflexiones de las comunidades cristianas.
Hechos de los Apóstoles
Es un libro escrito por Lucas, el autor del tercer Evangelio. Este libro narra la vida de los Apóstoles, especialmente de Pedro y Pablo, sus actividades y su predicación, desde la resurrección de Jesús hasta la llegada del Evangelio a la capital del imperio, Roma. Describe también un poco de la vida de las primeras comunidades cristianas, para presentarlas como modelo a seguir también por los cristianos de otras épocas.
Cartas de San Pablo.
Son atribuidas a Pablo 14 cartas. De ellas, 9 son dirigidas a Comunidades Cristianas. Pablo fundaba comunidades y, de vez en cuando, volvía para ayudarlas, animarlas y resolver problemas. Cuando no podía ir personalmente, enviaba unas largas cartas. Las 9 cartas dirigidas a una comunidad son:
* Carta a los Romanos.
* Cartas a los Corintios.
* Carta a los Gálatas.
* Carta a los Efesios.
* Carta a los Filipenses.
* Carta a los Colosenses.
* Dos cartas a los Tesalonicenses.
Siguen las 3 cartas llamadas "Cartas Pastorales". Estas cartas no son dirigidas a comunidades, sino a sus líderes o "pastores". De aquí el nombre de "Cartas Pastorales". Las cartas pastorales son:
* La primera y la segunda carta a Timoteo.
* La carta a Tito.
Hay todavía una carta dirigida a un cristiano, llamado Filemón.La última es una carta dirigida, en general, a los Hebreos. Probablemente algunas de las cartas no fueron escritas por Pablo personalmente, sino por sus discípulos. Las cartas que San Pablo escribió personalmente, son más antiguas que los Evangelios. La más antigua es la primera carta a los Tesalonicenses, escrita en el año 51, que es también el libro más antiguo del Nuevo Testamento. Pablo murió en el año 64 (o 67), antes que fuese escrito el primer Evangelio, el de Marcos.
Epístolas Católicas.
Aún hay 7 cartas o epístolas "católicas". Son llamadas así porque no se dirigen a una persona o a una determinada comunidad, sino a todas las iglesias cristianas. (católico significa universal). Estas cartas son:
* Carta de Santiago.
* Dos cartas de San Pedro.
* Tres cartas de San Juan.
* Carta de San Judas.
Apocalipsis
Este libro es atribuido a Juan. "Apocalipsis" significa "revelación". El autor de este libro desea sostener la fe de los primeros cristianos y animarlos a soportar con firmeza las primeras persecuciones, principalmente las de Nerón y Domiciano, emperadores romanos.
El autor usa un lenguaje simbólico, pero que entienden los cristianos de aquel tiempo.
asi describe la derrota de los perseguidores y la victoria final de Cristo. No es un libro de "misterios", no anuncia desgracias para los cristianos. Por el contrario. Es un libro que conforta y da fuerza. El Apocalipsis es el último libro de la Biblia.
REVISEMOS EL CAMINO HECHO
1. ¿Cuántos son los libros del Nuevo Testamento?
2. ¿Cuántos son los Evangelios y quiénes son sus autores?
3. ¿Qué significa la palabra "Evangelio"?
4. ¿Qué narra el libro de los "Hechos de los Apóstoles"?
5. ¿Cuántas cartas son atribuidas a San Pablo?
6. ¿Cuáles son las cartas dirigidas a ciertas comunidades cristianas?
7. ¿Cuáles son las cartas pastorales? ¿Por qué se llaman así?
8. ¿Qué quiere decir "Apocalipsis" y por qué fue escrito?
9. ¿Cual es el escrito más antiguo del Nuevo Testamento?
LECTIO DIVINA
LECTURA ORANTE DE LA BIBLIA
La lectura orante de la Biblia es un método usado desde antiguo en la Iglesia, principalmente en los monasterios. Hoy día, las comunidades eclesiales, principalmente en América Latina, lo han adoptado como método de oración
DIEZ PUNTOS PARA ORIENTAR LA LECTURA ORANTE:
PERSONAL Y DIARIA DE LA BIBLIA
1. Comenzar invocando al Espíritu Santo.
2. Leer el texto lentamente y con atención.
3. Hacer un momento de silencio interior recordando lo que se leyó.
4. Ver con profundidad el sentido de cada frase.
5. "Rumiar" la Palabra, actualizarla y relacionarla con la vida
6. Ampliar la visión relacionando el texto leído con otros pasajes de la Biblia.
7. Volver a leer, rezando el texto y respondiendo a Dios.
8. Formular un compromiso de vida.
9. Rezar un salmo apropiado.
10. Como resumen, elegir una frase para memorizar.
PEQUEÑA PEDAGOGÍA PARA VIVIR LA PALABRA DE DIOS
* Hacer una lectura lenta, muy lenta, de la Palabra de Dios, con pausas muy frecuentes.
* Mantener el alma vacía, abierta y serenamente expectante.
* Lectura desinteresada; no buscar algo como doctrina, verdades, frases bonitas, soluciones a mis problemas, consuelos...
* Leer "escuchando" (al Señor) de alma a alma, de persona a persona, atentamente, pero con una atención "pasiva", sin ansiedad...
* No esforzarse por entender intelectualmente, ni literalmente: no preocuparse de lo que "quiere decir esto", sino preguntarse "¿qué me está diciendo Dios con esto?". No estancarse en frases sueltas que, acaso no se entienden, sino dejarlas sin preocuparse de entender literalmente todo.
* Las expresiones que más me han conmovido, subrayarlas con un lápiz y colocar al margen una palabra que sintetice aquella impresión fuerte...
* Retirar el nombre propio que aparece (por ejemplo Israel, Jacob, Samuel, Moisés, Timoteo...) y sustituirlo por tu propio nombre personal. Sentir que Dios te llama por tu propio nombre.
* Si la lectura no te "dice" nada, quédate tranquilo y en paz; podría ser que la misma lectura otro día te "diga" mucho; por detrás de nuestro trabajo está, o no está, la gracia; la "hora" de Dios no es nuestra hora; hay que tener siempre paciencia en las cosas de Dios.
* No luchar por atrapar y poseer exactamente el significado doctrinal de la palabra, sino más bien meditarla como hacía María en su corazón: darle vueltas en la mente y en el corazón, dejándose llenar e impregnar de las vibraciones y resonancias del corazón de Dios, y "conservar" la Palabra, es decir, que esas resonancias sigan resonando a lo largo del día.
* En los salmos, "imaginar" qué sentiría Jesús (o María) al pronunciar las mismas palabras, colocarse mentalmente en el corazón de Jesucristo y desde ahí dirigir a Dios esas palabras, "en lugar de Jesús", rezarlas en su espíritu, con su disposición interior, con sus sentimientos...
* Ocuparse con frecuencia en aplicar a la vida la Palabra meditada; reflexionar en qué sentido y circunstancias los criterios en la Palabra (la mente de Dios) deben influir y alterar nuestro modo de pensar y de actuar, porque la Palabra debe interpelar y cuestionar la vida del creyente; de esta manera, los criterios de Dios llegarán a ser nuestros criterios hasta transformarnos en verdaderos discípulos del Señor.
* Determinarse por un propósito para el día, que sea concreto, ligeramente difícil, escuchado del Señor...
* En suma: Leer, saborear, rumiar, meditar, aplicar.
SIETE SUGERENCIAS PARA ORIENTAR LA LECTURA ORANTE EN GRUPO
1. Acogida, oración
+ acogida y breve intercambio de expectativas
+ oración inicial invocando la luz del Espíritu Santo
2. Lectura del texto
+ lectura pausada y atenta
+ permanecer en silencio para que la Palabra pueda penetrar en nosotros
+ reconstruir el texto entre todos, intentando recordar lo que se leyó.
3. El sentido del texto en sí mismo
+ intercambiar impresiones y dudas sobre el sentido del texto. Si fuera
necesario volver a leer y entre todos aclarar las dudas
+ hacer un momento de silencio para asimilar lo que se ha escuchado
4. El sentido para nosotros
+ rumiar el texto y descubrir su sentido actual
+ aplicar el sentido del texto a la situación que vivimos hoy
+ ampliar el sentido relacionándolo con otros textos de la Biblia
+ ubicar el texto en el Plan de Dios que se realiza en la historia
5. Rezar el texto
+ una vez más leer el texto con atención
+ hacer un momento de silencio para preparar nuestra respuesta a Dios
+ rezar el texto, compartiendo las luces y la fuerza recibidas
6. Contemplar, comprometerse
+ expresar el compromiso al que nos condujo la Lectura Orante
+ resumir todo en una frase que nos acompañe
7. Un salmo
+ buscar un salmo que exprese las vivencias del encuentro
+ rezarlo como conclusión del encuentro
UNIDAD I: LOS SENTIDOS DE LA SAGRADA ESCRITURA
La Biblia, que estamos estudiando no es fácil de comprender. Y esto porque en ella entran a consideración varios factores: la Biblia es Palabra de Dios, pero también es palabra de hombres: muchos escribieron los libros de la Biblia, en un espacio de tiempo muy prolongado, en épocas diferentes, y en situaciones diferentes. Por eso, al acercarnos a ella debemos hacernos varias preguntas: la primer a de ella es: ¿la Biblia tiene un sólo sentido o varios?
Es propio del lenguaje humano querer ser entendido por otro. Aquello que el que habla quiere comunicar al que escucha es el sentido del discurso. la Sagrada Escritura es lenguaje humano, es justo preguntarse por el sentido de su discurso. Pero como la Sagrada Escritura no es tan sólo discurso humano, sino que es a la vez discurso divino, se plantea el problema de si la Escritura tiene un solo sentido o varios. Podemos afirmar que son varios y vamos a tratar de detallarlos:
A) Sentido literal.
Se designa con la expresión "sentido literal" a aquel sentido que se deriva de la letra del texto. Pero la traducción en sentido literal podría conducir a una entenderse erróneamente, y por eso sería mejor traducir esta expresión por "sentido de las palabras". Con él se designa aquel sentido inmediato que el escritor bíblico intenta y quiere expresar con las palabras que utiliza. Dado que el escritor bíblico dice con palabras humanas lo que Dios quiere decir, el sentido de la palabra humana es al mismo tiempo el sentido de la palabra divina o dicho de otra manera, el sentido intentado por el autor humano con sus palabras es también el sentido intentado por Dios.
Debemos considerar en este punto que las palabras humanas pueden ser utilizadas de dos maneras: el autor humano puede querer que sus palabras sean entendidas en sentido propio o traslaticio y por eso podemos hacer esta división:
a) El "sentido literal propio": es el sentido que deriva de entender las palabras del autor en su significado propio. Aquí cada una de las palabras debe ser entendida en su significado gramatical: este es el sentido más adecuado al lenguaje humano.
b) El "sentido literal impropio": se da cuando las palabras con las que el locutor o el escritor expresa sus pensamientos no deben ser entendidas en su sentido gramatical sino en una significación traslaticia. Si, por ejemplo, dice la palabra de Dios: "Yaveh se adelanta con poder, su brazo le procura la victoria" ( Is 40, 10 se ve claro que "brazo" no debe entenderse en sentido gramatical, porque Dios no tiene miembros corpóreos. El paralelismo manifiesta que "brazo" es, en sentido trasladado "fuerza". Dado que en los hombres la fuerza reside en los brazos, la idea de la fuerza divina se expresa con la imagen del brazo.
Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se funda sobre el sentido literal".
No basta traducir un texto palabra por palabra para obtener su sentido literal. Es necesario comprenderlo según las convenciones literarias de su tiempo. Cuando un texto es metafórico, su sentido literal no es el que resulta inmediatamente de una comprensión palabra por palabra (por ejemplo: "Tened ceñida la cintura" Lc 12, 35) sino el que corresponde al empleo metafórico de los términos ("Tened una actitud de disponibilidad").
El sentido literal de la Escritura es aquel que ha sido expresado directamente por los autores humanos inspirados. Siendo fruto de la inspiración, este sentido es también querido por Dios, autor principal.
B) El sentido pleno.
Sentido pleno es el sentido bíblico profundo pretendido por Dios mismo en la revelación e inspiración de una palabra divina, que supera generalmente la conciencia del hagiógrafo y que se considera incluido en el sentido literal. Dicho de otro modo, el sentido pleno puede definirse como un sentido profundo del texto, querido por Dios, pero no claramente expresado por el autor humano.. Dios, autor principal de la Escritura, atendiendo al desarrollo futuro de la revelación, puede guiar de tal modo al autor humano que éste exprese con sus palabras una verdad cuyo sentido pleno no es alcanzado por él mismo, sino que sólo podrá llegar a ser entendido a la luz de posteriores textos inspirados o a la luz del cumplimiento en el NT, o mediante una posterior revelación expresa. Por eso podemos decir, que la existencia de este sentido de la Escritura se descubre cuando se lo estudia a la luz de otros textos bíblicos que lo utilizan, o en su relación con el desarrollo interno de la revelación.
El fundamento de este "sentido pleno" es que el Espíritu Santo puede guiar al autor humano en la elección de sus expresiones de tal modo que ellas expresen una verdad de la cual él no percibe toda su profundidad.
La Escritura está escrita para nosotros los cristianos, según el testimonio inequívoco del NT. Pues tanto los apóstoles como Jesús partían en su predicación de un supuesto, al parecer evidente para ellos, que "todo cuanto había ocurrido entre Dios e Israel estaba orientado hacia Jesucristo " y que los textos transmitidos por el AT sólo cobran su definitiva y suprema actualidad referidos a los fieles cristianos: para nosotros ha sido escrito (1 Cor 10, 11), se ha escrito para enseñanza nuestra (Rm 15, 4 ). El sentido profundo de la Escritura alcanza su perfección vigente en la comunidad de Cristo.
C) Sentido típico.
El sentido típico de la Sagrada Escritura consiste en que cosas o hechos narrados por la Escritura, además del significado que tienen en sí mismos , significan otra realidad más alta. Son pues, imágenes previas de cosas o hechos futuros. Se lo puede llamar también "sentido espiritual" de la Sagrada Escritura. Como regla general, se puede definir el sentido espiritual comprendido según la fe cristiana, como el sentido expresado por los textos bíblicos, cuando se los lee en el contexto del misterio pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de Él.
Los sucesos del AT han hallado cumplimiento en el NT, en el sentido de que en éste ha llegado a su consumación lo que aquéllos preparaban. Esta cualidad de ser modelo o tipo le conviene a la antigua alianza considerada como un todo en orden a la nueva también considerada en cuanto a un todo. Sin embargo, los escritores neotestamentarios reconocen en determinadas instituciones y acontecimientos de la antigua alianza un tipismo especial respecto a determinadas instituciones y acontecimientos de la alianza nueva..
D) Sentido acomodado.
El sentido acomodado consiste en desviar las palabras de la escritura de su sentido verdadero para aplicarlas a cosas con las que tiene una relación meramente externa y casual. Tanto los escritos bíblicos (por ej.: Rm 10, 18 con Sal 19, 5) , como la Iglesia (por ej.: la aplicación a María de Prov. 8, 22) han seguido a veces este proceder. Por lo tanto, no se puede decir sin más que sea ilegítimo.
Con todo, debe quedar bien claro que el sentido acomodado no es realmente sentido de la Escritura. Emplear las palabras de la Escritura en un sentido que no le corresponde no está exento de errores
INSPIRACIÓN
Otra pregunta que normalmente nos hacemos es: ¿porqué la Biblia es Palabra de Dios? ¿Qué quiere decir que es inspirada?
El hecho de que la Palabra de Dios se haga libro, atestiguado por el AT y el NT, trae como consecuencia que el resultado que nosotros llamamos Sagrada Escritura sea plena y totalmente un libro humano, pero también plena y totalmente un libro divino. La dimensión divina de la Sagrada Escritura se funda en el carisma que llamamos inspiración.
En los escritos del AT sólo tenemos testimonios básicos de que estos escritos se denominan "libro de Yahvé", "libro santo", "escritos sagrados". Pero aquí no se dice qué acto hace posible que la palabra de Dios se haga escritura. En este punto dependemos de los testimonios de la nueva alianza. En el N.T, los escritos del Antiguo Testamento son designados en general con el nombre de Las Escrituras: Mt 21, 42; 22, 29; Mc 12, 24; Lc 24, 27.32.45; Jn 5, 39, Hch 17, 2.11; Rm 1, 2 Pe 3, 16. Ya de estos textos se deduce que se habla del AT en sentido universal; con todo, en algunos pasajes se acentúa esto con mayor expresividad mediante las adiciones "libro de Moisés" ( Mc 12, 26), los "escritos de los profetas" ( Mt 26, 56) , "Moisés y todos los profetas" (Lc 24, 27).
Los testimonios del N.T nos muestran, en primer lugar, el valor que se le daba a los escritos del AT en el judaísmo. La Escritura es para los judíos, fuente y norma de verdad. Y por eso toda la predicación apostólica se dirige a probar que Cristo es el que cumple las Escrituras. Estos libros del AT fueron considerados por la Iglesia apostólica como documento fehaciente de Dios, revestidos de autoridad divina, son una instrucción dada por Dios, están inspirados por Dios y son por eso "Escrituras Santas" . Veamos algunos textos del N.T que nos hablan expresamente de la inspiración del AT:
a) 1 Pe 1, 10-12: los profetas no hablaban por ciencia propia, sino que el Espíritu les sugería lo que ellos anunciaban. Hablaban en el Espíritu Santo ( v. 12) . Lo que anunciaban, entonces, tiene por autor al Espíritu Santo. Es cierto que de este pasaje no se deduce con seguridad si se está pensando también en el mensaje de salvación escrito del AT. Pero puede admitirse, que no existían diferencias en la valoración de la palabra profética hablada y la escrita.
b) 2 Pe 1, 16-21: De los anunciadores de este mensaje profético se dice que "hablaban movidos por el Espíritu Santo". Este efecto del Espíritu Santo se atribuye aquí no sólo a la profecía hablada, sino también a la escrita (cf. v. 20: "profecía de la Escritura"). Nos hallamos ante una auténtica afirmación en favor de la inspiración. En esta cita no se hace diferencia entre la profecía escrita y la hablada en lo que se refiere a su carácter divino, ambas son puestas al mismo nivel, en las dos toma parte en idéntica medida, el Espíritu de Dios. La Sagrada Escritura es simplemente la consignación escrita, accesible y permanente de la palabra de Dios.
c) 2 Tim 3, 14-17: En este pasaje, el objeto propio de la declaración no es la inspiración, sino la eficacia de la Sagrada Escritura. Pero esta eficacia le compete por estar "inspirada por Dios". La Escritura es designada como palabra viva que ha salido de la boca de Dios (inspiracion=palabra de Dios) .
Es importante destacar, tanto en este pasaje como en 2 Pe 1, 20s que la plasmación escrita de la palabra de Dios es atribuida al Espíritu Santo.
A este respecto dice en la constitución dogmática Dei Verbum que "la revelación que la Sagrada Escritura contiene y ofrece ha sido puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. La santa madre Iglesia, fiel a la fe de los Apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que escritos por inspiración del Espíritu Santo,..., tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia. En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos, de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería"._
EL CANON DE LA SAGRADA ESCRITURA
¿Porqué la Biblia tiene 73 libros y no más? ¿O porqué no tiene menos?
El Concilio de Trento declaró a la vez santos y canónicos los libros de la Biblia porque "escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor y, como tales, han sido entregados a la Iglesia". Así, al lado del Espíritu Santo, autor de la Escritura, aparece la Iglesia como guardiana del depósito inspirado. Esta relación de la Escritura y de la Iglesia es lo que propiamente expresa el término de canónico aplicado a los libros sagrados.
La Iglesia sólo reconoce como canónicos a los libros inspirados; fuera del conjunto de los libros que ella ha reconocido autoridad canónica, no admite que existen libros inspirados. Esto ha planteado varios problemas pues en la Biblia (Col 4, 16; 1 Cor 5, 9 y 2 Cor 2, 4) se habla de cartas de Pablo que se han perdido y que se preguntan si alguna vez no habrán estado incluidas en el canon de la Iglesia.
¿Qué es la canonicidad tan estrechamente ligada con la inspiración?
a) la palabra canon: el término griego canon se deriva del sumerio a través del babilonio. El significado original era "caña". La Palabra pasó gradualmente a significar vara larga o el listón utilizado por los albañiles y carpinteros para tomar medidas. También adquirió este término un significado metafórico y se aplicó a la norma o patrón que sirve para determinar, regular o medir entidades.
En el lenguaje cristiano "canon" se utilizó ya en el siglo II para referirse a una norma de la verdad revelada, a la regla de la fe. En el siglo IV se da un nuevo paso y, además de significar la norma de fe contenida en las Escritura, también éstas pasan a formar parte del "canon". Ya en san Atanasio encontramos una clara alusión a la aplicación de este término a la colección de libros inspirados. A fines del siglo IV se hizo común tanto a Oriente como a Occidente este uso del término como puede verse en Gregorio Nacianceno, San Agustín y San Jerónimo.
Junto con su significado de "norma", canon puede equivaler también a "lista" o "catálogo": y según este significado, el canon de la Escritura quiere decir simplemente la lista de libros que componen la Biblia.
En cualquier caso, libro canónico es el que ha sido reconocido como perteneciente a la lista de los que la Iglesia considera inspirados y que contienen la norma de fe y moral.
Andando el tiempo se dio a los libros de la Biblia la denominación de protocanónicos y deuterocanónicos. Al parecer esta distinción fue introducida por Sixto de Siena (1520-1569). Los protocanónicos eran los admitidos en el canon sin que mediara ninguna o muy escasa discusión al respecto. Deuterocanónicos eran aquellos que antes de ser definitivamente admitidos en el canon fueron objeto de discusión en tanto no se resolvían las dudas surgidas acerca de su canonicidad. La distinción tiene actualidad sobre todo respecto al AT. En efecto, tras un largo período de indecisión, los judíos de finales del siglo I d.C. excluyeron del canon siete libros (Tob, Jdt, Sab, Ecle, 1-2 Mac) que en la era cristiana se impusieron como canónicos, aunque no sin discusión. También existe otra diferenciación, llamando apócrifos a todos aquellos libros que por su título y contenido se aproximan a la escritura católica, pero que realmente no han sido admitidos en el catálogo oficial de la Iglesia.
La Biblia, es por su propia naturaleza, la Palabra de Dios que exige ser creída. Presupone, en consecuencia, un pueblo que considera la Biblia como obligatoria y se inclina obedientemente ante sus exigencias. En cuanto que la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios que exige la fe del pueblo de Dios, el proceso de formación de la Sagrada Escritura llega a su fin solamente con la fijación del canon.
Por lo que hace a la Iglesia católica, el canon de la Escritura queda definitivamente fijado en el Concilio de Trento. Fue entonces cuando la Iglesia adoptó una postura clara y definitiva acerca de los libros que debían incluirse en la Biblia. Bajo amenaza de anatema, el decreto De canonicis Scripturus (8 de abril de 1546, Dz 783-784) enumeraba 45 libros canónicos del AT (menos Lam, que se consideraba parte de Jer) y 27 del NT.
INERRANCIA DE LA ESCRITURA
¿La Biblia, tiene errores? ¿Puede la Biblia mentir?
La inerrancia es aquella cualidad que hace a la Biblia inmune de error. Pero, la Biblia que se supone inerrante, contienen afirmaciones que en cualquier otro documento serían calificadas de falsas. ¿Qué obliga, por lo tanto, a afirmar que la Biblia no tiene error alguno?
Las afirmaciones de la Escritura que crean alguna dificultad en relación con la inerrancia pueden agruparse bajo cuatro aspectos: 1) contradicciones de la Biblia consigo misma (por ej.: la duración del diluvio, de cuarenta días con sus noches en Gn 7, 17 y de ciento cincuenta días en Gn 7, 24); 2) errores en el campo de las ciencias naturales (por ej.: la imagen del universo envuelto en aguas que se mantienen alejadas de la tierra por una sólida barrera en forma de cúpula llamada firmamento; 3) errores históricos (por ej.: las inexactitudes de Jos 8: la caída de Ay); 4) errores morales ( por ej.: destrucción total de un grupo o pueblo enemigo, porque así se cumple la voluntad de Dios Jos 11, 14-15)
El NT no habla explícitamente de la inerrancia de la Biblia, pero esta doctrina sirve de base a afirmaciones tales como las siguientes: La Escritura no puede fallar: Jn 10, 35; ha de cumplirse la Escritura Lc 24, 44 ; la expresión "está escrito" cuando sirve para introducir una proposición de la Escritura como argumento absolutamente indiscutible: Mt 4, 4; Hch 15, 15; Rm 1, 17; 1 Pe 2, 6.
León XIII_ en la Encíclica Providentissimus (1893) enseña que en la Biblia no cabe error porque tiene por autor a Dios, la encíclica, que mantiene un tono apologético, identifica prácticamente inerrancia y verdad objetiva de la Biblia. Hace suya una afirmación de San Jerónimo según la cual una aparente colisión entre una afirmación bíblica y la verdad (objetiva) sólo permite tres explicaciones: falsa transmisión del texto, falsa traducción, falsa comprensión del intérprete; Benedicto XV_ señala que esta doctrina corresponde a la fe antigua y constante de la Iglesia.
La mejor comprensión de la prehistoria literaria de los escritos bíblicos conseguida por las ciencias bíblicas y la atención dedicada a los géneros literarios de que se sirvieron los hagiógrafos(escritor sagrado) como verdaderos autores humanos de un tiempo y de un mundo ambiente determinados llevaron a un concepto más matizado de la inerrancia. También es necesario tener encuentra la vinculación del mensaje bíblico a unas concepciones que están condicionadas por la cultura y por la imagen del mundo de los hagiógrafos y de sus destinatarios inmediatos. La Biblia no nos presenta su mensaje en forma de enseñanza abstracta , sino bajo formas históricas concretas. Esto lleva consigo que la verdad revelada, válida y obligatoria para los hombres de todos los tiempos, aparece en todos los escritos bíblicos vinculadas a concepciones condicionadas por el tiempo. Debemos entonces, esforzarnos por distinguir, tanto en el AT como en el NT, entre el objeto propio de las afirmaciones bíblicas y las concepciones ligadas a una época. Solamente el primero puede ser designado como sentido de un texto querido por la Escritura y consiguientemente libre de error..
Otro presupuesto importante para interpretar la verdad de la escritura es que, así como un texto debe interpretarse en relación con el contexto de todo el escrito particular en que se encuentra, así el conjunto de los escritos bíblicos debe ser interpretado en el conjunto de toda la Biblia. Sólo en virtud de que la Iglesia mira a la Biblia como una unidad total desde Cristo se hace posible alcanzar el sentido definitivo, y por lo tanto, infalible de la Escritura. Antes de ese momento, el sentido de cada uno de los estratos del AT es concebido como un constante cambio y como en ruta hacia el sentido definitivo.. Para fijar el sentido inerrante del At, debemos partir de la perspectiva de la nueva alianza, por medio de la cual alcanza toda la Escritura su unidad y totalidad. Sólo se puede reconocer la inerrancia de toda la Escritura una vez cerrada, y en su unidad, es decir, como libro de la Iglesia.
Al juzgar sobre la verdad de la Biblia es también necesario distinguir entre su mensaje y las afirmaciones instrumentales utilizadas para comunicarlo. El mensaje es la doctrina de salvación que Dios quiere transmitir a la comunidad y que viene garantizada por la veracidad divina; las afirmaciones instrumentales son simples medios para comunicar este mensaje su veracidad estará garantizada en la medida en que no contenga una falsedad que vicie o entorpezca la plena comunicación del mensaje bíblico.
Podemos ver algunos ejemplos para que este tema de la inerrancia quede claro:
1) En el orden moral: La Biblia refiere una pedagogía divina y una pedagogía progresiva. Dios tomó a los hombres en un estadio intelectual y moral inferior para conducirlos al Evangelio. No les reveló su ideal sino poco a poco y así no tiene nada de extraño que en las primeras etapas de la historia sagrada no manifiesten una comprensión de las leyes divinas que se sitúe al nivel del sermón de la montaña. Como ejemplo de esto podemos citar las crueldades de la conquista judía, etc.
2) En el orden científico: Los descubrimientos científicos de nuestro siglo presentan una visión muy diferente de la que habían podido tener los israelitas. El relato de la creación, la bóveda del Cielo, las aguas de manantial procedentes de un gran abismo inferior, es ejemplo de lo que estamos afirmando. Los autores se sirven de las imágenes de su tiempo sin preocuparse de corregir sus inexactitudes científicas, se guían por lo que aparece científicamente, que es lo que el mismo Dios, al hablar a los hombres, quiso hacer a la manera humana para ser entendido por ellos. La Biblia no se ocupa de la ciencia, la ciencia no se ocupa de la teología. No hay conflicto alguno si cada una se mantiene en su terreno.
3) En el orden histórico: En el siglo XIX los estudiosos comenzaron a preguntarse sobre la realidad de ciertos hechos que parecían hasta entonces resultar de la lectura obvia de la Biblia. Estas dificultades no venían de un prejuicio antirreligioso contra la Biblia, sino de una confrontación entre el texto bíblico y la historia del Oriente próximo, tal como se la podía reconstruir científicamente con la ayuda de los documentos babilónicos, asirios y egipcios, entonces descifrables. Más aún, el estudio atento del texto bíblico presentaba afirmaciones difícilmente compatibles entre si, si nos colocamos en el punto de vista histórico. Ej.: ¿la presencia de los Israelitas en Egipto duró cuatrocientos años Ex 12, 40; o poco más de cuatro generaciones Gn 15, 16? La Biblia consigna una revelación y es, por tanto, no menos que una historia, un libro religioso y teológico, y era justo que Dios inspirase otros libros que los puramente históricos. Aunque la Biblia se apoye para narrar la historia sagrada en hechos históricos que los hagiógrafos consideraron verdaderos y que hoy conocemos su inautenticidad, no podemos decir que todo lo narrado en la Biblia no tenga un fundamento histórico. Si no fuera así, los libros sagrados no serían más que imaginación sin consistencia.
REVISEMOS EL CAMINO HECHO
1. ¿La Biblia tiene un sólo sentido o varios?
2. ¿Cuáles son los sentidos de la Sagrada Escritura? ¿Porqué la Biblia es Palabra de Dios?
3. ¿Qué quiere decir que es inspirada?
4. ¿Porqué la Biblia tiene 73 libros y no más? ¿O porqué no tiene menos
5. ? ¿Qué es la canonicidad, tan estrechamente ligada con la inspiración?
6. ¿La Biblia, tiene errores? ¿Puede la Biblia mentir?
7. Dar algunos ejemplos en este tema de la inerrancia.
UNIDAD II: PENTATEUCO
Los cinco primeros libros de la Biblia contienen una parte narrativa, que comienza con la creación del mundo y concluye con la muerte de Moisés. Las narraciones sirven de marco a las leyes que dieron su característica fundamental al pueblo de Israel, y es por eso la tradición judía designa a estos primeros cinco libros con el nombre de "LEY" o como se diría en hebreo:
"TORÁ". Pero contiene mucho más que normas y leyes. Cierto que contiene muchas leyes desde las más importantes hasta las más insignificantes. Las que marcaron las etapas del Pueblo de Israel y pusieron las bases de su organización. Pero se conservan también relatos sobre los orígenes, grandes acontecimientos históricos, oraciones, actos de cultos, poemas que describen vidas de héroes, etc. Este otro conjunto de elementos es el que da sentido a las leyes. Las leyes visto en este contexto ya no son una imposición sino una invitación de Dios a sus hijos para que se conviertan, sean santos y vivan felices.
En el siglo II de la era cristiana se le dio el nombre de PENTATEUCO. Esta palabra de origen griego significa "cinco instrumentos" y se la usó originariamente para designar los "cinco estuches" donde se guardaban esos libros.
Aunque esté compuesto de elementos muy diferentes, el Pentateuco constituye una verdadera unidad. La división del mismo en cinco parte se funda en razones de orden práctico: su finalidad era facilitar el manejo de una obra tan grande. Los judíos de Palestina designaban cada una de esas partes con la palabra inicial del texto. He aquí sus nombres:
1. Génesis: libro sobre los "orígenes"
2. Éxodo: libro de la "salida" de Egipto.
3. Levítico: libro de los "levitas", sacerdotes de la tribu de Leví.
4. Números: libro de los "censos" del pueblo de Israel.
5. Deuteronomio: libro de la "segunda Ley".
Vamos a tratar de exponer brevemente cada uno de los cinco libros del Pentateuco:
* GÉNESIS: Génesis es una palabra griega que significa "origen". El primer libro de la Biblia lleva ese nombre porque trata de los orígenes del universo, del hombre y del Pueblo de Dios.
El libro del génesis se divide en dos grandes partes:
1. La primera es denominada habitualmente "Historia primitiva", porque presenta un amplio panorama de la historia humana, desde la creación del mundo hasta Abraham (cap. 1-11) La fe de Israel en el Dios creador encontró su máxima expresión en el gran poema de la creación, que ahora figura al principio de la Biblia. Una verdad que nos se puede negar: el universo, con todas las maravillas y misterios que encierra, ha sido creado por el único Dios y es la manifestación de su amor y poder. Por eso cada una de las cosas creadas es "buena". En ese universo, el hombre ocupa un lugar de privilegio, ya que Dios lo creó a su "imagen" y lo llamó a completar la obra de la creación.
Pero el relato del origen del universo sirve de introducción a lo que constituye el principal centro de interés de los once primeros capítulos del Génesis. Los diversos personajes que se van sucediendo - Adán y Eva, Caín y sus descendientes, los pueblos que intentan edificar la torre de Babel- representan la humanidad entera que pretende ocupar el lugar de Dios. Este pecado hizo entrar en el mundo el sufrimiento y la muerte, rompió los lazos fraternales y provocó la dispersión de los pueblos.
2. La segunda narra los orígenes más remotos del pueblo de Israel: es la historia de Abraham, Isaac, Jacob, los grandes antepasados de las tribus hebreas. Estos relatos provienen la mayoría de la tradición oral, una tradición donde la historia se reviste de rasgos legendarios, y que antes de ser fijada por escrito se mantuvo viva en la memoria del pueblo a lo largo de los siglos. Abraham, Isaac y Jacob, principales protagonistas de esta historia son presentados como jefes de clanes, que se desplazan constantemente en busca de pastos y de agua para sus rebaños. Todavía no forman un pueblo ni tienen una tierra. Pero Dios les promete una descendencia numerosa y les asegura que recibirán una tierra en herencia. Sobre esta promesa gira toda la historia de los Patriarcas. Al final de esa segunda parte, adquiere particular relieve la figura de José, uno de los hijos de Jacob, ya que gracias a él su padre y sus hermanos pudieron establecerse en Egipto. La historia de los Patriarcas se cierra con el anuncio del retorno de los israelitas a la Tierra Prometida, cuyo cumplimiento comienza a relatarse en el libro del Éxodo.
* ÉXODO: Los relatos del éxodo se mueven entre dos puntos geográficos precisos: Egipto y el Sinaí. Allí se desarrollaron los acontecimientos que hicieron de Israel el Pueblo de Dios: la salida de Egipto, el paso del mar Rojo y la alianza del Sinaí. El recuerdo de estos acontecimientos se grabó para siempre en la memoria de Israel y se convirtió en el fundamento mismo de su fe. Por eso, el libro del Éxodo ocupa un lugar por demás importante entre todos los libros de la Biblias, y ha sido llamado con razón el 'Evangelio" del Antiguo Testamento.
El Éxodo puede dividirse en dos partes principales:
1. Liberación de Egipto: esta primera parte relata la gesta del Señor que oyó el clamor de los israelitas esclavizados en Egipto y los hizo pasar de la esclavitud a la libertad en medio de grandes portentos o milagros. El punto más importante de esta primera parte es el canto triunfal de Moisés, que celebra la liberación de Israel y la victoria del Señor sobre los enemigos de su Pueblo (EX 15, 1-21).
2. Encuentro del Señor con Israel en el Sinaí: después de haber manifestado su amor y su poder, Dios establece su alianza con los israelitas y promulga su ley por medio de Moisés. En virtud de esta alianza, Israel pasa a ser propiedad exclusiva del Señor y a constituir una nación santa, consagrada a Él (19, 6)
Las narraciones del Éxodo son la gloria nacional de Israel. En su formación como pueblo desempeñaron un papel fundamental las fiestas y celebraciones religiosas. La pascua, rememoraba y actualizaba aquel acontecimiento del pasado, para que todas las generaciones de israelitas pudieran revivir la salida de Egipto y renovar el compromiso asumido por el Pueblo de Dios en el Sinaí.
* LEVÍTICO: Este nombre da una idea bastante adecuada de su contenido, porque este libro consta casi exclusivamente de las prescripciones rituales que debían poner en práctica los sacerdotes de la tribu de Leví.
1. La primera parte del Levítico esta dedicada al ritual de los sacrificios (cap. 1-7), expresión del reconocimiento debido a Dios por su absoluta soberanía sobre todas las cosas. Al ofrecer un sacrificio, el hombre se despoja de algo valioso, de un alimento necesario para su vida y lo consagra al Señor. El sacrificio puede ofrecerse en acción de gracias, o para implorar del Señor algún beneficio. También hay sacrificios de expiación de los pecados, o también sacrificios para entrar en comunión con Dios, de quien procede la fuerza y la vida.
2. Luego viene el ceremonial de la consagración del sacerdote y sus vestiduras (cap. 8-10)
3. La ley sobre lo puro y lo impuro (cap. 11-16)
4. La "Ley de santidad": el Señor es el "Santo de Israel" y hace de su Pueblo una comunidad santa. La santidad de Israel es, ante todo, una gracia inmerecida, una cualidad que no procede de él mismo, sino del Dios que lo eligió y lo separó de las demás naciones para consagrarlo a su servicio. Pero esa santidad es también una meta y un ideal que es preciso realizar. El Pueblo de Dios está llamado a ser en la tierra la imagen viviente de la santidad divina.
Para que este ideal fuera una realidad, los sacerdotes del Templo de Jerusalén, recopilaron y codificaron en la época de la monarquía, un conjunto de leyes y costumbres, vinculadas principalmente con el santuario y el culto. Esta recopilación constituye ahora la parte más importante del libro del levítico. Se la suele denominar "leyes de santidad" porque su tema dominante y el espíritu que la anima pueden expresarse con esta sola frase: "Ustedes sean santos, porque yo, el Señor tu Dios, soy santo" (19, 2)
NÚMEROS: El título NÚMEROS refleja bastante imperfectamente el contenido del cuarto libro del Pentateuco, pero destaca al menos, una de sus características: la preocupación por las prescripciones numéricas. Esta preocupación se manifiesta, entre otras cosas, en los dos censos registrados en el libro (cap. 1-4, 26), en la reglamentación sobre los sacrificios (cap. 28-29) y en las instrucciones para el reparto del botín (cap. 31) y para la división del territorio alrededor de las ciudades levíticas (cap. 35, 1-8)
Los judíos de lengua hebrea llamaban a este libro "EN EL DESIERTO", porque están son las palabras más importantes del versículo inicial. Dicho título evoca otro de sus temas característicos: la marcha de los israelitas a través del desierto, desde el Sinaí hasta las fronteras de la Tierra Prometida.
Podemos descubrir un cierto orden lógico, si se cuenta el marco geográfico de los acontecimientos relatados:
1. La partida desde el Sinaí se prepara con un censo del Pueblo y con las ofrendas presentadas con motivo de la dedicación del Santuario (1, 1-10, 10)
2. Después de celebrar la segunda Pascua, los israelitas salen del Sinaí y llegan a Cades donde realizan un intento desafortunado de entrar a Canaán por el sur (cap. 10, 11-21, 35).
3. Tras una larga permanencia en Cades, vuelven a ponerse en camino y llegan a las estepas de Moab, frente a Jericó (cap. 22-36).
En torno a estos relatos se mezclan numerosas disposiciones legales y litúrgicas que completan la legislación del Sinaí o preparan el establecimiento de Israel en Canaán.
DEUTERONOMIO: Deuteronomio es una palabra de origen griego, que significa "segunda ley". Tal designación expresa sólo en parte el contenido del quinto libro del Pentateuco, ya que éste, más que un código de leyes en sentido estricto, es una larga vibrante exhortación destinada a recordar a Israel el sentido y las exigencias de esa Alianza. De allí que las prescripciones concretas estén siempre acompañadas de advertencias y reproches, de promesas y amenazas.
El Deuteronomio esta estructurado como una serie de discursos dirigidos por Moisés a los israelitas antes de su entrada en Canaán. Esta forma literaria se explica por las circunstancias que dieron origen a la composición del libro. Desde tiempos muy antiguos, los sacerdotes levíticos prolongaron la actividad de Moisés, proclamando solemnemente en las celebraciones litúrgicas la Alianza del Señor con su Pueblo elegido. En estas celebraciones, ellos no se limitaban a repetir una Ley fijada para siempre, sino que la completaban y actualizaban, a fin de responder a nuevas situaciones y necesidades.. Así las leyes contenidas en los códigos tradicionales de Israel, se vieron enriquecidas con elementos originales de importancia, que luego quedaron consignados en la legislación deuteronómica. Entre estos aportes merecen especial atención la ley sobre la unidad del Santuario, los criterios para discernir a los auténticos profetas y las severas prescripciones contra la idolatría. Todo esto estaba destinado a contrarrestar el pernicioso influjo que la religión de Baal y los cultos cancaneos ejercían sobre la fe de Israel.
La composición del Deuteronomio atravesó por diversas etapas. Su redacción primitiva puede situarse en el siglo VIII antes de Cristo en los ambientes levíticos del Reino del Norte. Después de la destrucción de Samaría, estos grupos se refugiaron en Judá, y el Libro quedó depositado en los archivos del Templo de Jerusalén. En el año 622, el Rey Josías mandó reparar el Templo, y allí se encontró un "Libro de la Alianza" (2 Re 23, 2), que fue leído en presencia del Rey y dio un nuevo impulso a la reforma religiosa empezada por él. Este "Libro de la Alianza" era sin duda el Deuteronomio, aunque una forma más breve que la actual. A partir de ese momento, la legislación deuteronómica se convirtió n objeto de asidua meditación y proporcionó un criterio de primer orden para interpretar toda la historia de Israel. Posteriormente la obra original fue completada y enriquecida con nuevos aportes, hasta que pasó a formar parte del Pentateuco.
Entre todos los escritos del Antiguo Testamento, el Deuteronomio se destaca por su estilo peculiar. Su lenguaje es solemne, pero al mismo tiempo directo, cálido y preocupado por despertar una incondicional fidelidad al Señor. Es un estilo que quiere hablar sobre todo al corazón. La repetición incansable de ciertas palabras y giros confiere a toda la obra una notable fuerza persuasiva.
El paso frecuente del "tu" al "ustedes" es otra característica del estilo deuteronómico. Esta alternativa es un procedimiento oratorio para interpelar a los oyentes: el "tu" apunta menos a los individuos en particular que a la conciencia de la comunidad, en la que cada uno debe verse representado y medir su propia responsabilidad.
El Deuteronomio traza para Israel un programa de vida, inspirado en la predicación de los profetas, en los escritos sapienciales y en las tradiciones del Pentateuco, desde los tiempos patriarcales hasta la entrada en la Tierra prometida. El Dios que aquí se manifiesta no es una fría y distante, sino el Dios misericordioso que está cerca de su Pueblo y le revela la ley, porque lo ama y espera ser amado con la misma intensidad. De esa manera, el Deuteronomio maraca un jalón decisivo en el camino hacia la revelación definitiva de Dios en el Nuevo Testamento.
Los géneros literarios y la expresión del pensamiento divino.
El papa Pío XII, en la encíclica Divino Afflante Spiritu, inculcaba siguiendo a sus predecesores que: " los antiguos orientales, para expresar lo que tenían en el espíritu, no empleaban siempre las mismas formas y las mismas maneras de decir que nosotros hoy, sino mas bien aquellas que estaban recibidas en el uso corriente de los hombres de sus tiempos y países"_
En nuestros días dividimos los géneros literarios en historias, novelas, leyendas, poemas... Esta clasificación responde a nuestra mentalidad, pero los autores bíblicos llevaban en la cabeza otras categorías. En realidad, sus preocupaciones eran muy distintas. Tenían que hacer comprender la acción y el ser invisible de Dios a sus contemporáneos muy materialistas
A primera vista, parece que para expresar sus pensamientos todo lo que el hombre necesita es una lengua. Sin embargo, es bien claro, pues para la creación de una obra literaria, la lengua sola no basta, sino que ésta debe ser manejada según las normas de una determinada forma literaria. El efecto que una obra literaria produce en el lector viene determinado mucho más por la forma literaria que por las palabras materiales. Si Dios quiere dirigirse al hombre con palabras humanas, debe servirse de formas de hablar que se acomoden al lenguaje de los hombres.
Entendemos por géneros literarios a formas y modos de hablar de que se sirven los hombres de una determinada época y un determinado país para expresar su pensamiento. Los géneros literarios son distintos en los distintos tiempos y lugares.
La elección de un género literario por parte de un autor depende de varios factores: de la materia que quiere tratar; del efecto que desea conseguir; o de su temperamento personal; de su formación propia y la de sus oyentes, o la de los lectores a quienes dirige su escrito.
Debemos contar de antemano que en la Biblia hemos de encontrar diversos géneros literarios, pues han tomado parte en su composición diversos autores y seguramente no todos ellos tenían el mismo temperamento. Además, estos autores trataban temas diferentes, tenían distinta formación y se dirigían a hombres diferentes
En el autor sagrado, el juicio teórico (verdad que se da a comprender) y práctico (género literario adoptado) no podía fallar a causa de la gracia de la inspiración. Pero tenemos necesidad de identificar su género antes de captar la verdad que quiere traducir.
Todos los géneros literarios de la antigüedad oriental pudieron ser utilizados en la Biblia, con la condición de que el género empleado, en ninguna manera repugne la santidad y verdad de Dios.
De estas afirmaciones resulta que el libro sagrado, inspirado por Dios, nos comunica la verdad divina, pero que esta verdad no se descubrirá sino entrando de lleno en los juicios del escritor sagrado, que fue el instrumento inteligente del libro, cuyo autor principal es Dios: esto es posible a través de la crítica textual, literaria e histórica._
LOS GÉNEROS LITERARIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO_
En la época del clasicismo israelita (época monárquica) las obras tienden a agruparse en corrientes bastantes diferenciadas: la corriente legislativa, las obras históricas, las colecciones proféticas, el lirismo religioso, los libros de la sabiduría. Pero en la práctica, estas corrientes se entremezclan: tal relato incorporado a un libro histórico tiene por objeto justificar una costumbre o un rito (Ex 12, 21-28); tal otro da una interpretación teológica de los hechos que lo emparienta con la literatura profética (Jue 2); tal otro se aproxima a la enseñanza de los sabios (José).
Hay que notar en particular la aparición del midrash, es decir, de la reflexión religiosa sobre las tradiciones antiguas y sobre las Escrituras ya constituidas. El midrash tiene por objeto, unas veces deducir de la Escritura, testigo de las voluntades divinas, reglas de conducta, otras sencillamente edificar al lector, o también dar apoyo a una tesis teológica. Lo esencial en cada caso es establecer qué género de enseñanza quiere inculcar el escritor, dado que en formas exteriores idénticas pueden ocultarse miras muy diversas.
A) la Ley (la Torah): la tradición judía designa con este nombre los cinco primeros libros del AT, que la tradición cristiana son comprendidos bajo el nombre de pentateuco. Esta diferente denominación responde a las diferentes valoraciones de la obra literaria en la tradición judía y en la cristiana. Mientras que los judíos consideran el Pentateuco una obra legal, los cristianos lo enumeran entre las secciones históricas del AT.
Historia y ley, a veces están incrustados de manera íntima y clara (por ejemplo la ley de la Pascua Ex 12, 1-4; el decálogo Ex 20, 1-7), otras veces escasa conexión con los sucesos históricos (por ej.: las leyes del Lv). Esta yuxtaposición entre ley e historia tiene un punto culminante: la alianza de Dios con Israel en el Sinaí. Al elegir al pueblo de Israel, Dios le impone también obligaciones especiales. Por eso Moisés es, en una misma persona, el mediador de la alianza y el legislador.
Esta yuxtaposición de historia y ley provoca una complejidad no pequeña en el Pentateuco, más agudizada por el hecho de que ni las secciones históricas ni las legales tienen un sello de unidad, sino que han sido consignadas por escrito según diversas mentalidades y en diversas épocas. Por lo que respecta a las llamadas secciones históricas, la investigación del At ha llegado a determinar claramente que en los cuatro primeros libros del Pentateuco se encuentran tres perspectivas históricas, dos de las cuales, las llamada yahvista (J) y elohista (E), reproducen las tradiciones populares de las tribus del Sur y del Norte, respectivamente; mientras que la tercera, llamada Priesterschrift (o Priestercodex) (P) (=escrito o código sacerdotal) es debida a la actividad literaria del circulo sacerdotal de Ezequiel.
Tradición YahvistaTrad. ElohistaDeuteronomistaTrad. SacerdotalOrigenAmbientes palaciegos de Jerusalén, hacia el 950a.C. (época de Salomón)Procede de los ambientes del norte, hacia el 750 a.C. Comienza en el norte (750 a. C) pero es recogida en el sur después del 622 a. C. Durante el destierro, de los ambientes sacerdotales 587-538 a. C Características.* Estilo simple, sin artificios.
* Antropomorfismo.
* Narrativo.
* Horizonte de salvación universal.
* Israel, portador de la bendición.
* El rey ocupa un lugar distinguido.
* Predilección por el menor. (Israel, José)* Marcada por la predicación de Elías y Oseas.
* Insiste en el tema de la alianza.
* El profeta es quien mantiene la alianza.
* Acentúa la distancia entre Dios y el hombre.
* Dios habla desde la nube o por medio de ángeles.* También marcada por la predicación de Oseas y Elías.
* Lenguaje directo, solemne, cálido.
* Tu/nosotros..
* Dios cercano y se revela en la ley.
* Dios espera ser amado.
* Teología del pueblo de Dios.* Prescripciones legislativas referentes al santuario, culto y sacerdotes
* Exactitud cronológica, repeticiones, censos, genealogías, textos jurídicos y rituales.
* Leyes de pureza y santidad.
REVISEMOS EL CAMINO HECHO
1. ¿Por qué los primeros cinco libros de la Biblia se denominan Pentateuco?
2. ¿Qué es un género literario?
3. ¿Cuáles son los géneros literarios del Pentateuco? ¿Cuáles son sus características?
4. Analizar estos textos y decir a qué género literario pertenecen:
* Gn 1, 1-2, 4a
* Gn 2, 4b-25
* Gn 20, 1-14.
UNIDAD III: LOS PROFETAS:_
Podemos dividir el profetismo en Israel en dos grandes períodos: los profetas anteriores y los profetas posteriores. Trataremos de estudiar en detalle estas dos partes de la historia del profetismo en Israel.
a) Los profetas anteriores:
Bajo la designación de profetas anteriores comprende la tradición judía el bloque literario Jos, Jue, Sam, y Re, al que nosotros solemos considerar como la obra histórica más importante del AT. Ciertamente en estos libros hay historia, la historia de Israel desde la conquista bajo Josué hasta el exilio babilónico. Es por eso que están colocados inmediatamente después del Pentateuco, que concluye con la muerte de Moisés y el establecimiento de Josué como sucesor suyo (Dt 34)
Pero el nombre de "profetas anteriores" que la tradición judía atribuye a esta obra da a entender que los judíos no quieren ver en ella un simple relato de hechos históricos, sino una predicación profética. Los historiadores israelitas eligen y presentan su material desde un punto de vista histórico salvífico. Israel no fue el primer pueblo que escribió historia, pero si el que supo interpretarla. Debe esta capacidad a la predicación profética, que culmina en la siguiente tesis: siendo fiel a Yaveh, Israel consigue la salvación; siendo infiel a Yaveh, se precipita en la condenación. En el bloque literario de Jos-Re aparece la demostración de esta tesis: la división del imperio davídico se debe a la infidelidad de Salomón ( 1Re 11, 29-39); la caída del Reino del norte es un juicio de castigo, porque "Israel ha pecado contra Yaveh su Dios" (2 Re 17, 4-23 especialmente v 7). Del mismo modo Judá y Jerusalén son rechazados por Yaveh porque han provocado su cólera ( 2 Re 24, 19s.) Estos libros, son una predicación profética, porque constituyen una ilustración, por la historia, de la predicación de los profetas. En consecuencia, la tradición judía los ha valorado, desde una perspectiva exacta, como libros proféticos.
Por la parte católica, la inserción tradicional indiscutida de estos libros en el género histórico obligo a los cristianos a asumir una actitud apologética cuando un conocimiento más universal y más profundo de los modos de pensar del antiguo Oriente llevó a la negación del carácter histórico o de la autenticidad histórica de amplios estratos del material de la tradición veterotestamentaria
Hay que reconocer aquí, como lo ha hecho la Divino Afflante Spiritu, la importancia de géneros literarios tales como el mito, la leyenda, la saga. En el patrimonio tradicional de Israel, llegaron a introducirse algunos elementos míticos aislados (Gn 6, 1-4), expresiones mitológicas o descripciones de este tipo, debieron someterse a una desmitificación o purificación fundamental antes de ser aceptados como elementos válidos, la mayoría de las veces con un acentuado carácter poético, para la descripción de las teofanías y Apocalipsis. (por ejemplo, la Biblia convierte a los dioses subalternos de los cananeos en elementos de la corte de Yaveh, "ángeles" o seres parecidos ( Job 1, 6; 2, 1; Sal 29, 1)
Pero entonces, ¿qué es el mito? El mito es una intuición y un acto de fe. Trata de imponer una forma inteligible a las realidades que trascienden la experiencia. Los grandes mitos se presentan como historia. Son de hecho los primeros intentos de reflexión, de una forma imaginaria, que tratan de dar al hombre respuesta sobre las grandes cuestiones que él mismo lleva en su propio interior. Se proyecta fuera del tiempo, en un mundo distinto, una historia de dioses que explica nuestra situación actual. La Biblia utiliza los grandes mitos del Oriente Medio que ella misma se encarga de desmitificar. El acontecimiento mítico, no es el acontecimiento singular localizable en el tiempo y el espacio, sino el acontecimiento siempre repetido del ahora eterno de Dios. El mito presenta en un relato la realidad permanente del universo. No pretende que el símbolo sea la realidad, sino que propone el símbolo como aquello que hace posible ver una realidad que está más allá del entendimiento.
¿Cuándo, entonces, y cómo deben considerarse como etiologías las llamadas tradiciones históricas de la Biblia? La tribus israelitas, tan fuertemente interesadas en su pasado, tropezaban acá y allá, en sus continuos desplazamientos, con extraños fenómenos y curiosidades (nombres, colinas con ruinas,, usos culturales, fenómenos naturales que exigían una explicación) que despertaban y mantenían despierta la curiosidad sobre el porqué y el dónde. El oriental, en general, sabe encontrar una respuesta; conoce y menciona razones o causas tradicionales, aunque con frecuencia no puedan sostenerse históricamente, que interpretan el fenómeno en cuestión, y preferentemente de manera tal que lleguen a tener coherencia con la tradición de la propia tribu o del pueblo. Se puede y se debe admitir, que narraciones de este tipo se hayan mezclado también en la corrientes de las tradiciones israelitas, hayan sido finalmente fijadas por escrito y hayan ocupado un puesto dentro de los llamados libros históricos del AT. Los relatos de la conquista de Jericó y de Ahí pertenecen evidentemente a este género, de tal modo que no sorprende que las pruebas arqueológicas no hayan confirmado la narración bíblica. Por idéntico motivo, no es de esperar una confirmación arqueológica del complejo Sodoma - Gomorra. Pero si, aquí y en otros lugares, se debe reconocer que los relatos bíblicos son históricamente insostenibles, no por eso pierde su interés teológico el pasaje correspondiente, sino más bien lo acrecienta cuando se investiga cuidadosamente qué sentido tenía y realizaba una tradición semejante al ser colocada en el conjunto del contexto bíblico.
b) los profetas posteriores:
En este grupo entran, en el canon judío, aquellos libros que también nosotros, en nuestro lenguaje occidental, calificamos de proféticos: Is, Jer, Ez, los "doce profetas | | |
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Evaluación Tentativa para Padres que Asisten a la Catequesis de sus hijos ( 2do. Año Cat. Kerigmática)
Miguel el 15-09-2007, 19:53 (UTC) | | Evaluación Anual Final de Catequesis Kerigmática.
1. ¿Cómo se llama el sucesor de Cristo en la tierra?
2. ¿ La última cena celebrada por Jesús y sus apóstoles que conmemoraba?
3. Nombra los siete dones del Espíritu Santo:
4. ¿Cómo se llamaba el apóstol que fue elegido en Pentecostés, en lugar de Judas?
5. ¿Cuál es la oración que contiene el misterio de nuestra fé?
6. Qué significa “estar en gracia con Dios”
7. ¿Nombra por lo menos a tres de los siete varones llenos de fe y Espíritu Santo? (ficha nº 20)
8. ¿Cuáles son los tres hechos salvíficos de Cristo?
9. ¿Cuáles son los tres “títulos” que recibió Jesús?
10. ¿En qué consiste el pecado?
11. Ser devotos de cualquier santo es dogma de la iglesia?
*SE ACLARA QUE ESTA EVALUACIÓN SOLO DEBE SER ADOPTADA POR LOS MATRIMONIOS GUÍAS, BAJO LA SUPERVICION DEL SACERDOTE PARROCO.
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El perdón de los pecados
Miguel el 15-09-2007, 19:53 (UTC) | | El perdón de los pecados
Los cristianos confesamos nuestra fe en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos y el perdón de los pecados. Estas verdades se hallan íntimamente relacionadas; cada una de ellas hace referencia a las demás, y todas ellas tienen que ver con el encargo que el Resucitado dio a sus apóstoles, cuando los envió en misión: "Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará" (Mc 16,15-16).
El que por medio del Bautismo sella su fe en Jesucristo, está reconciliado con Dios por la muerte de Jesús: los pecados le están perdonados. Por eso, el Bautismo es el primero y el más importante sacramento para el perdón de los pecados.
El encargo del Señor
El Señor resucitado dio a los apóstoles el encargo y la autoridad para administrar el Bautismo a los que creen y para incorporarlos así a su Iglesia.
San Juan, en su Evangelio, da testimonio de este encargo. Lo describe así: En la tarde de la fiesta de Pascua estaban reunidos los discípulos. Tenían miedo y habían cerrado la puerta.
"Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz esté con ustedes. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús les dijo de nuevo: La paz esté con ustedes. Y añadió: Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes. Sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá" (Jn 20,19-23).
En la Iglesia, la autoridad conferida por Cristo a los apóstoles se ha venido transmitiendo hasta el día de hoy: a los obispos y a los sacerdotes. Y está bien que así sea. Porque somos seres humanos y cometemos faltas y errores. Pablo lo expresa atinadamente, cuando escribe en la Carta a los Romanos: "Yo soy un hombre de apetitos desordenados y vendido al poder de¡ pecado, y no acabo de comprender mi conducta, pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco" (Rom 7,14-15). Estaríamos perdidos si a nosotros, los bautizados, no se nos ofreciera constantemente perdón: En el sacramento de la Penitencia, a quien se convierte y se arrepiente de su culpa y la confiesa, Cristo le concede la reconciliación y el perdón.
El perdón del pecado lo puede conseguir también el cristiano mediante arrepentimiento activo, participando en la celebración de la Eucaristía, leyendo la Sagrada Escritura, y mediante la misericordia de Dios y de las personas que nos aman.
¿Cómo sería nuestro mundo si no existiera la palabra perdón? ¿Si lo que significa esta palabra no formara parte de las experiencias que todos tenemos? ¿Si no existiera una mano extendida para ofrecer reconciliación? ¿Si el que peca tuviera que seguir siendo culpable? ¿Si cada uno tuviera que quedarse con sus yerros7 ¿Si sólo existiera la venganza y no contase para nada el perdón?
Yo no te condeno
El evangelista San Juan refiere lo siguiente acerca de unos escribas. Traen a una mujer a la presencia de Jesús y dicen: Esta mujer ha cometido adulterio. Es culpable. Según la ley, tiene que morir apedreada. ¿Qué dices tú? Jesús guarda silencio. Como le instan a que responda, Jesús dice: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". los acusadores oyen su respuesta y la comprenden.
Se van yendo uno tras otro. Finalmente se quedan solos Jesús y la mujer. Jesús le pregunta: "¿Dónde están tus acusadores? ¿Ninguno de ellos se ha atrevido a condenarte?" Ella responde: "Ninguno". Entonces Jesús le dice: "Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar" (véase Jn 8,1-10).
El relato del encuentro de Jesús con la mujer adúltera es un ejemplo. Jesús no rehuye a los pecadores. Come con ellos. Entre sus apóstoles hay un antiguo publicano. Y en su hora suprema Jesús dice al ladrón que está crucificado "a su derecha": "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23,43).
Jesús no clava a nadie en sus fallos. A los que están encorvados bajo el peso de la culpa, Jesús les quita de encima el peso para que puedan levantarse. Jesús no se preocupa de que se condene y castigue a los culpables, sino de que, como personas absueltas, vivan una vida nueva y no se olviden jamás de que Dios los ama. De este modo, ellos pueden aceptarse a sí mismos, porque han sido aceptados por Dios.
El perdón no puede comprarse ni puede merecerse
El perdón sólo puede implorarse, para sí y para los demás. La bondad de Dios es infinita.
El es bondadoso y misericordioso en un mundo que juzga y castiga.
Como también nosotros perdonamos
Cuando un hombre se hace culpable de algo y no puede reparar su culpa, entonces está dispuesto fácilmente a pedir perdón. Pero, cuando es a él a quien se le pide que perdone la culpa ajena, en ese caso difícilmente estará dispuesto a renunciar a sus "derechos". De ello nos habla Jesús en la parábola siguiente:
Hay dos hombres que sirven al mismo amo. Uno de ellos debe a su amo una cantidad tan grande, que no bastaría el trabajo de toda su vida para saldar la deuda. Este criado se arrodilla delante de su amo y le suplica. Y el amo le perdona la deuda. Se marcha libre de toda carga y se encuentra con un semejante que le debe a él algún dinero. Es un pobretón que no tiene nada para pagar una deuda que asciende a una cantidad exigua. Se arrodilla ante su semejante y le suplica. Pero éste no está dispuesto a perdonarle ni un céntimo. Y hace que al pobrecillo lo metan en la cárcel.
Cuando el amo se entera de todo, monta en cólera. Manda llamar al criado de corazón duro y ordena que le metan en la cárcel... hasta que pague su enorme deuda.
Y Jesús dice: Lo mismo hará con ustedes mi Padre celestial, si cada uno no perdona de todo corazón a su hermano y a su hermana (véase Mt 18,23-35).
La parábola no es difícil de entender. Mucho más difícil es hacer lo que Jesús dice.
Perdonar, renunciar al desquite y la venganza, no guardar rencor, no aprovecharme de la propia superioridad, del poder que tengo sobre quien está en deuda conmigo: son actitudes que cuestan mucho al hombre. Van contra las inclinaciones.
Pedro quiere saberlo con toda exactitud. Pregunta a Jesús: "Dime, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano cuando me ofenda? ¿Siete veces?" Desde luego, la oferta que Pedro hace no es mezquina. Sin embargo, al oír la respuesta de Jesús, se da cuenta de que hay que aplicar una medida totalmente diferente, cuando se trata de perdonar. "Setenta veces siete", dice Jesús. Y quiere hacernos comprender: No hay que poner límite a la cuenta. Debe perdonarse siempre que uno de nuestros semejantes necesite perdón (Mt 18,21-22).
Desde luego, no es casual que sea Pedro precisamente el que haga la pregunta y el que reciba la respuesta. Es una respuesta que obliga. Porque a Pedro es a quien el Señor ha confiado las llaves del reino de los cielos, para que todo lo que él desate o ate en la tierra -perdone o no perdone- quede perdonado o no perdonado en el cielo, ante Dios (Mt 16,19).
Ir al encuentro el uno del otro, extenderse la mano.
Decir la primera palabra, dar el primer paso,
aceptar al otro con su culpa,
hacer que el amor sea más fuerte que el desquite o la venganza,
romper el círculo vicioso de la culpa y del castigo,
continuar el camino juntos.
Jesús dice a los discípulos:
Si ustedes perdonan a los demás sus culpas, también a ustedes los perdonará mi Padre celestial. Pero si no perdonan a los demás, tampoco mi Padre les perdonará sus culpas.
MATEO 6,14
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